Rory McIlroy llegó a su undécimo hoyo del día en la primera jornada del Arnold Palmer Invitational con un parcial de uno bajo par. Bien, pero sin tirar cohetes. Más o menos en su línea de los últimos torneos. Ningún desastre, pero lejos de lo que uno puede esperar de este hombre. Eso sí, por el camino ya había alguna pista de que su putt andaba mucho más engrasado que de costumbre…
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Pues bien, en el hoyo 2, porque arrancó por el 10, Rory emboca un putt de 16 metros y 76 centímetros y se desata un vendaval. El cañonazo abre una secuencia de cinco birdies consecutivos, el segundo de ellos también con un buen putt de casi siete metros. Según el registro estadístico del PGA Tour, la probabilidad de meter un putt de más de diez metros y medio este año es del 0,32 por ciento. Imagínense uno de seis metros más largo…
DeChambeau lleva dos meses planeando un golpe ¿imposible?
Rory ‘se fumó’ el puro y se fue de fiesta. Vuelta de 66 golpes para abrir las hostilidades en Bay Hill. Primer líder en solitario del torneo. Qué fácil se ve la vida a golpe de canutazo. La semana pasada en The Concession sólo en la primera vuelta falló tres putts por debajo de metro y medio. Hoy ha embocado la intemerata y es que antes de la bomba del 2 ya había celebrado tres putts de birdie o par de unos cuatro metros. Cosa seria.
McIlroy se ha puesto al mando del torneo con un golpe de ventaja sobre Bryson DeChambeau (-5) y dos sobre Jason Kokrak (-4). Los pegadores sacan la cabeza en Bay Hill. DeChambeau no fue de uno a por el green del hoyo 6 (par 5), pero eso no significa que haya sido conservador. Antes y después, en los hoyos 5 y 8, descerrajó dos drives de más de 350 yardas. Esa distancia es justo lo que necesita de vuelo para pasar el agua. ¿Lo intentará mañana? Veremos. Si las circunstancias le son favorables, que nadie lo dude. Hoy ha construido su buena vuelta con tres birdies consecutivos entre los hoyos 4 y 6. Este arranque es una buena manera de quitarse el mal sabor de boca de la semana pasada.
Spieth se identifica con Tyrrell Hatton en (casi) todo
Bay Hill permite margen de maniobra, pero no es un vergel. Campo justo. Si vas por el sitio se pueden hacer pocas, pero como andes con el punto de mira de escopeta de feria, agárrate porque te puedes forrar. Le pueden preguntar a Tyrrell Hatton (+5), defensor del título, o Francesco Molinari (+6), incluso a Hideki Matsuyama (+3). Tres malas vueltas que no entraban en ningún guión a la vista de sus resultados más recientes. En total, sólo por la mañana se han visto apenas veinte vueltas bajo par, de las cuales poco más de diez bajaron de 70.
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Otros resultados destacados son los de Jordan Spieth (-2), Tommy Fleetwood (-2) o Matt Wallace (-2). Esta apertura les permitirá luchar por el top ten cuando acabe la primera jornada. Wallace iba necesitando una vuelta así, Fleetwood se quita la mala sensación del WGC Workday y Spieth mantiene su línea de solidez de este año.
