Domingo 22 de junio de 2009. Ronda final del US Open de Bethpage, Nueva York. Rory McIlroy acaba de terminar y antes de entrar a los vestuarios se encuentra con Sergio García. El norirlandés, emocionado, se va directo hacia el español y se funden en un caluroso abrazo. Está muy feliz. Es el primer top ten de su carrera. Sergio también ha acabado décimo. Es su decimoquinto top ten en majors. Pese a la diferencia de edad, ambos eran ya muy amigos.
Mayo de 2017. Ocho años después de la escena de Bethpage se repite el abrazo. Esta vez en un castillo recóndito de Irlanda. En la boda de McIlroy y Erica Stoll. La emoción es la misma o más. Rory y Sergio se encuentran por primera vez después de la victoria del jugador de Borriol en el Masters de Augusta. “Le di el abrazo más fuerte que pude”, aseguraba ayer McIlroy antes los medios en el THE PLAYERS.
“Cuando vi ganar a Sergio lloré. Fue algo increíble”
Rory está muy feliz por Sergio. Sinceramente feliz y emocionado. “Cuando vi ganar a Sergio lloré. Fue algo increíble”, explica. McIlroy relató así la escena en su boda. “Era la primera vez que lo veía desde Augusta y le di el abrazo de oso más grande que pude y él me dijo “esto es increíble”, señala.
«Sergio es un gran amigo mío y significa mucho para mí lo que hizo»
El Número 2 del mundo se pone en la piel de Sergio y entiende y comparte todas las emociones que está pasando. “Sólo ver por todo lo que ha pasado, lo que ha luchado y que haya sido allí, precisamente en Augusta… Estoy hablando y se pone la piel de gallina. Sergio es un gran amigo mío y significa mucho para mí lo que hizo. Fue una gran historia. Sinceramente, creo que no pudo ser mejor de lo que fue”, afirma.
Del abrazo de Bethpage al abrazo en un recóndito castillo de Irlanda. McIlroy también confirmó que acudirá a la boda de Sergio y Angela Akins en julio.
