Abrió el fuego Branden Grace con un 60 en Kingsbarns, siguió Stacey Keating con un 62 en Chantaco y remató Ryan Moore con un 61 en la primera jornada del Justin Timberlake…
La primera jornada de competición después de la Ryder Cup en los grandes circuitos se ha convertido en una loa al birdie. La apertura del Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open, cita que abre las últimas Series de Otoño del PGA Tour antes de la modificación prevista para el calendario americano, ha estado cuajada de espléndidos resultados.
La tarjeta de Moore (-10) con nueve birdies, un eagle y un bogey no fue un hecho excepcional. Aun golpe se situó el zimbauo Brendon de Jonge, a dos Tim Herron y John Huh y a tres están Chris Kirk, Justin Leonard y Jonas Blixt.
La razón de tanto birdie radica en las condiciones de juego que reinaron en el TPC Summerlin de Las Vegas ayer. Hizo un tiempo soleado, sin viento y con unos greenes lo suficientemente blandos como para estar muy receptivos, pero a la vez preparados al milímetro para que la bola rodara perfectamente. “Hemos pegado un montón de wedges, hierros 9 y hierros 8 a green. Había muchas opciones de birdie y los greenes estaban muy bien”, señaló Moore, residente en Las Vegas que busca su segunda victoria en el PGA Tour, así como acabar entre los 30 primeros de la lista de ganancias norteamericana para asegurar su plaza en el Masters de Augusta. Ahora mismo es el 36º.
El gran objetivo multitudinario de estas Series de Otoño es mantener la tarjeta del Circuito Americano. En esas están todos los jugadores que se mueven alrededor del puesto 125º en ganancias, el que marca la frontera. En esa situación están desde el puesto 115º de Roberto Castro al 135º de Y.E.Yang, pasando por Brian Gay, Boo Weekley, Trevor Immelman, Jason Bohn, Jeef Maggert, Rod Pampling o Retief Goosen, entre otros.
