El 31 de mayo de 1942, hace hoy exactamente tres cuartos de siglo, comenzó a forjarse la leyenda de uno de los mejores golfistas de todos los tiempos. Sam Snead, con 30 años recién cumplidos, logró la victoria en el PGA Championship, primero de los siete majors que conseguiría a lo largo de su extensa y exitosa carrera deportiva, imponiéndose por 2&1 a Jim Furnesa en la modalidad de match play.
Aquella fue la primera gran victoria de un profesional que ha marcado una época en el mundo del deporte. Quince años después de su muerte, en mayo de 2002 a la edad de 89 años, sigue siendo el golfista con más torneos ganados en la historia del PGA Tour, con 82 triunfos, y uno de los 10 jugadores que más Grandes han conquistado, sólo por detrás de Nicklaus (18), Tiger (14), Hagen (11), Hogan (9), Player (9) y Watson (8).
Nacido en 1912 en la localidad de Ashwood, en Virginia (Estados Unidos), Snead era conocido popularmente como Slammin’ Sammy por la potencia de sus golpes y su técnica perfecta, a la que no tardaron en salirle imitadores. Pero además de por su juego, Sam conquistaba al público por su llamativo y desenfadado atuendo, que adornaba siempre con un original sombrero de paja.
Algunas de sus frases han pasado a la historia del golf. Suya es la famosa «mantente cerca de tus monedas de diez centavos, lejos del whisky y nunca concedas un putt», la inolvidable «no puedes ir a una tienda a comprar un buen swing», o la lapidaria «no aflojes nunca, cuantos más golpes de ventaja tengas al ganar, más dudas crearás en la mente de los otros jugadores la próxima vez».
La historia de Snead, como la de tantos otros grandes golfistas, comenzó siendo un niño y aprendiendo de primera mano todos los secretos de este maravilloso deporte. A los siete años ejerció de caddie en The Homestead, en Hot Springs, antes de convertirse en asistente de jugadores del campo convertido hoy en un resort de lujo. Así, hasta que en 1934, a los 19 años, decidió dar el salto al golf profesional.
Dos años después, en 1936, se unió al PGA Tour, y esa misma temporada ganó su primer torneo: el West Virginia Closed Pro. Entonces comenzó una impresionante carrera de éxitos, que culminó liderando la lista de ganancias del circuito estadounidense los años 1938, 1949 y 1950. Este último año ganó nada menos que 11 torneos, la tercera mejor marca de un golfista en el PGA Tour. En 1939 logró ocho triunfos, seis en 1941, 1945, 1946 y 1949, y cinco en 1937 y 1952. Una barbaridad.
El Abierto de Greensboro, que venció ocho veces entre 1938 y 1965, fue su torneo talismán. Sólo Tiger Woods ha logrado igualar -en dos ocasiones- el registro de Snead, imponiéndose en ocho ocasiones en la misma prueba. Precisamente ahí, en Carolina del Norte, fue donde Sam conquistó su último torneo del PGA Tour, con 52 años y 10 meses de edad, convirtiéndose en el jugador más longevo en lograr una victoria en el circuito estadounidense.
Snead, además, consiguió siete Ryder Cup con Estados Unidos, dos de ellas como capitán jugador, y cuatro ediciones de la Copa Canadá. Con 67 años y dos meses pasó el corte en el PGA Championship, récord absoluto en un Grande, y entre 1964 y 1973 estableció otro registro para la historia, con seis triunfos en el Campeonato de la PGA de Veteranos.
Tal día como hoy logró el primero de los tres PGA Championship (1942, 1949 y 1951) de su palmarés, todos ellos bajo la modalidad match play con la que se disputaba antiguamente el torneo. A ellos sumó un Open Championship, en 1946, y tres Masters de Augusta (1949, 1952 y 1954). Entre 1984 y 2001 fue uno de los tres golfistas que daban por inaugurada cada edición del torneo del Augusta National Golf Club con el mítico Golpe de Honor.
El US Open fue el único major que se le resistió y en el que más segundos puestos acumuló, con nada menos que cuatro. Sam Snead ingresó en el Salón de la Fama del Golf Mundial en su generación inaugural, en 1974, y en 1998 fue la tercera persona en recibir el Premio a la Trayectoria del PGA Tour.
Su estilo de juego, adelantado a su tiempo, dio siempre mucho que hablar. Su sensacional drive de largo alcance, su impresionante dominio de los hierros largos, la capacidad para innovar, siendo pionero en el uso del wedge fuera de la arena, o el polémico croquet-style putting que empezó a practicar en 1960 y que la USGA prohibió ocho años después, le convirtieron en un golfista repleto de recursos.
En mayo de 2002, cuatro días antes de cumplir los 90 años, complicaciones surgidas por un accidente cerebrovascular terminaron con la vida de una de las grandes leyendas del mundo del golf, que pese al paso del tiempo, sigue ostentando varios de los récords del PGA Tour tras una larguísima y sensacional carrera deportiva que hoy recordamos.
