En el 2006, Darren Clarke terminó en el puesto 125 de la lista de ganancias con 660.898, lo que le convirtió en el último hombre de la lista con derecho a tarjeta para el circuito de la PGA. Los organizadores del Tour habían estimado que con unos 700.000 dólares en ganancias, un jugador tenía el puesto garantizado para el 2008, pero las cuentas no salen …
Si bien se sabía que los siete torneos del calendario de las Series de Otoño podrían variar ligeramente este límite, no se esperaba un cambio tan significativo. Andy Pazder, vicepresidente de competición del circuito se confesaba sorprendido: "Habíamos calculado unos 700.000 dólares, pero esa cifra se ha superado y parece que va a superar los 750.000. No me lo puedo explicar sin analizar algunas cosas. Tal vez es que cada vez hay más jugadores que pasan el corte".
Ninguno de los ganadores de lo que llevamos de las Series de Otoño –Steve Flesch, Chad Campbell, Justin Leonard y George McNeill– estaba fuera del selecto grupo de los 125, sin embrago, desde el comienzo de las series seis jugadores han entrado en el grupo. Y todavía quedan tres torneos, contando con el Fry's Electronics Open que se está celebrando en Scottsdale (Arizona) y que lidera Ryan Moore con –11. Aunque Moore se encuentra en el puesto 60 de la lista de ganancias, entre los diez primeros se encuentran ocho jugadores clasificados más allá del puesto 125 de la lista de ganancias.
El dinero necesario para llegar al 125 aumentó en 3.474 dólares en el 2005 y en 34.162 en el 2006. El aumento del total de dinero dedicado a premios para este año sólo ha sido de 10 millones de dólares, incremento muy similar al de años anteriores. Uno de los jugadores que ha salido peor parado en esta situación ha sido Brett Quigley, que terminó el Deutsche Bank Championship a primeros de septiembre en el puesto 109 con 717.411 dólares, pensó que tenía la tarjeta asegurada y decidió operarse de la rodilla. En cuatro semanas, Quigley ha caído 15 puestos y se encuentra en el 124, a 358 dólares Alex Cejka y a 22.131 de Craig Kanada. Lo peor de todo es que ni siquiera puede salir a defender su puesto.