Sergio García (-4) ha firmado otra tarjeta de 70 golpes, igual que el jueves, en la segunda jornada del Sanderson Farms. El español, en una ronda absolutamente a contra estilo, finalizaba su recorrido con dos birdies consecutivos en los hoyos 8 y 9, protagonizando una bella y potente reacción final que habrá que ver si le llega para pasar el corte.
¿Y por qué una ronda a contra estilo? Un dato, puro y crudo, lo explica todo por si solo: Sergio ha cogido hoy sólo tres calles en el Country Club of Jackson (Jackson, Mississippi), un registro que desde luego nada tiene que ver con los estándares de este jugador desde el tee. Hubo de todo, por supuesto, errores leves y otros bastante más gruesos, pero hay que señalar que algunos de estos deslices realmente metían en problemas al jugador español, que en muchas ocasiones se veía obligado a jugar a la defensiva. Pocas veces se ha visto a Sergio celebrando el simple hecho de cazar una calle, y es algo que ha ocurrido hoy en tierras de Mississippi…
El de Borriol necesitaba birdies para recuperar terreno en la tabla y no encontraba la manera de construir buenas opciones. Terminaba sumando hasta trece greenes en regulación, es verdad, pero casi siempre con la bola bastante lejos de la bandera, así que el ‘momentum’ nunca llegaba y la soga del corte cada vez se apretaba más.
Así, hasta ese emocionante y corajudo estirón final. En el hoyo 8 pegaba un disparo sublime desde el rough y a 150 metros de la bandera para dejarse dado el birdie. Acto seguido, en el 9, al fin desde el centro de la calle, de nuevo dejaba la bola a menos de un metro de la cazoleta. En primer lugar, insistamos en ello, todavía hay que certificar que tal esfuerzo final le vale para pasar el corte, aunque da la sensación de que así será.
Después, podríamos meternos a valorar qué opciones tendría el castellonense de revalidar el título, porque por arriba se está corriendo mucho y muy rápido. Will Zalatoris (-13), por ejemplo, firmaba un 61 sideral para encaramarse de manera provisional al liderato, después de sumar la nada despreciable cifra de once birdies, que se dice pronto. Zalatoris, que cazaba 17 greenes en regulación, se irá a la cama hoy con el putter, puesto que embocaba hasta cinco putts desde distancias que superaban claramente los cuatro metros de distancia. No es Zalatoris un rival menor, como ya quedó demostrado a lo largo y ancho de la temporada pasada, en la que este joven californiano (tiene 25 años) se hizo un hueco en la élite a fuerza de encadenar un buen resultado detrás de otro, comenzando por aquel sexto puesto en el US Open de Winged Food, hace justo un año.
