– Al fin recobró la marcha y el brío el Genesis Open, y bien que van a tener que correr todos para acabar el domingo los 72 hoyos en una jornada que será maratoniana, pues muchos jugadores tendrán que jugar prácticamente los últimos 36 hoyos. Hoy mismo, a partir de las cuatro de la tarde en Los Angeles, comenzarán a salir los partidos de la tercera ronda, porque todo tiempo y hoyos que se ganen son pocos.
– Dustin Johnson (-10) ha firmado su segundo 66 y marcha líder en solitario, quizá rumbo al Número 1 del mundo: necesita ganar el torneo y que Jason Day no termine mejor que tercero empatado con tres jugadores. Ambas circunstancias, en estos momentos, bien podrían darse, aunque Johnson nunca se ha vuelto loco con este objetivo, esa es la verdad. Si viene, bien, y si no, tampoco pasa nada. Hoy anduvo por la cuerda floja en los hoyos 9, 10 y 11, pero salvaba con excelentes pares las tres delicadas situaciones y terminaba como un cohete con tres birdies en los últimos cuatro hoyos.
– Sergio García (-3) ha hecho los deberes con una buena vuelta de 67 golpes que todavía le deja una opción de pensar en el triunfo en la larga batalla dominical. Su ataque debe ser ya profundo y sostenido, eso sí. Riviera se ha dejado hacer, sin viento y con los greenes muy tiernos por el agua, y hasta cerca de cuarenta jugadores han entregado tarjetas por debajo de setenta golpes, pero lo interesante del asunto es que el español ha consumado la reacción sin disfrutar hoy tampoco de su mejor versión. Ni desde el tee, ni con los segundos tiros, ni tampoco en los greenes. No es que haya estado horroroso, ni mucho menos. Antes bien, ha pegado golpes de enorme valor desde todas las posiciones, pero sin llegar a desplegar de modo consistente o continuado el mejor repertorio. Digamos que se ha mostrado brillante por momentos, pero sobre todo paciente y con oficio, virtudes que en un jugador de su talla suelen ofrecer muy buen rédito.
– Resta por ver esta semana su mejor versión y, francamente, tal y como viene tras la victoria en Dubai, no hay por qué pensar que no vaya a mostrarla el domingo. Es cierto que ha enchufado un buen purito en cada vuelta, desde unos nueve metros, pero todavía no le ha sacado punta a los putts de cuatro, cinco o seis metros, que son los que al final dan las victorias. No hace falta señalar que sus posibilidades pasan por firmar una gran tarjeta en la tercera ronda que lo acerque a los últimos partidos. A partir de ahí…
Esta misma madrugada, a partir de la 1,10 (horario peninsular español) el de Borriol va a disponer de la ocasión de comenzar a recortar diferencias, porque sale a jugar ya la tercera ronda por el tee del hoyo 10, aunque lo normal es que su partido no llegue a completar ni la mitad del recorrido, pues se van a quedar sin luz en Riviera.
