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García finaliza sexto en el BMW Championship, se sitúa en el top 30 de la Fedex Cup y jugará el Tour Championship

Sergio camina con garbo y éxito por el alambre hacia East Lake… Y Whistling Straits

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Sergio García en la ronda final del BMW Championship. © BMW Championship
Sergio García en la ronda final del BMW Championship. © BMW Championship

Sergio García (-20) ha finalizado el BMW Championship empatado en la sexta posición con Dustin Johnson, resultado que le ha valido para meterse en el top 30 de la Fedex Cup y por tanto en la fiesta final del PGA Tour, el Tour Championship, último play off que se disputa la semana que viene en East Lake (Atlanta). Con apuros y suspense casi hasta el pitido final, pero ahí está el castellonense, que regresa al último torneo del calendario después de cuatro años de ausencia.

No ha habido tregua ni alivio para el español, que todavía se enfrentaba a una situación muy delicada en el hoyo 18, donde necesitaba imperiosamente hacer la recuperación desde la arena y estaba a punto de hacer el birdie con una sacada magistral, realizada además en un momento de alta tensión, puesto que Sergio sabía que no podía permitirse un bogey. No, no ha tenido tregua ni descanso el de Borriol, pero cualquiera lo hubiera dicho después de asistir al inicio de su vuelta, en el que se iba a un parcial de cuatro menos en los cuatro primeros hoyos después de hacer dos birdies y un eagle… En aquel momento, de hecho, había dejado de ser el jugador apurado que está tratando de meterse en el último play off, para pasar a ser un claro candidato al triunfo. Sin embargo, un doble bogey en el hoyo 5, el par 4 corto donde Sergio arriesgaba más de la cuenta desde el bunker en busca de un birdie más y terminaba metiéndose en un lío (hasta tres veces tuvo que pegar desde la arena), frenaba en seco el galope y lo devolvía a una situación más apretada, tal y como luego se iban desarrollando los acontecimientos.

Es más que probable, además, que la sobresaliente actuación de García en tierras de Baltimore termine de convencer a Padraig Harrington, que seguramente sólo esperaba una confirmación de este tipo respecto al momento de forma del español. Digamos que hasta hoy Sergio tenía un ochenta o noventa por ciento de posibilidades de recibir una de las tres invitaciones del capitán y que ahora es un hecho que el español estará en Whistling Straits disputando su décima Ryder Cup.

El asunto, tal y como se ha dado, tiene su miga. Según Justin Ray, gurú de las estadísticas y los datos del golf de alta competición, Sergio jamás había llegado hasta el acumulado de -20 en un torneo del PGA Tour. Parece mentira, pero así es. Quiere ello decir dos cosas. La primera, que ha conseguido sus objetivos jugando a contra estilo, en un campo donde de poco servía jugar muy bien de tee a green si después no rematabas en los greenes, un escenario que, a la vista del dato histórico, no le es favorable al español, que se defiende mejor en campos mucho más hostiles, donde las dificultades ejerzan de filtro inmisericorde y los pares sean buenos. La segunda es una obviedad: Sergio, por tanto, ha recuperado en un momento muy interesante su mejor nivel con el putter en las manos.

Ha sido emocionante el abrazo final entre Sergio y Jon Rahm, que iban jugando juntos en la ronda final. Ambos celebraban así el éxito final de Sergio, es evidente, porque Jon estaba fuera de cualquier ecuación después de una última ronda en la que nunca pudo activar el cambio de ritmo necesario para de verdad remontar el vuelo y meterse en peleas de mayor calado, aunque la lucha por el triunfo, tal y como iban de bien las cosas en el partido estelar, sólo de rara y rocambolesca manera se le hubiera puesto a tiro.

Quién sabe si esta foto final en el 18 del Caves Valley Golf Club no es el preludio o la premonición de otras que puedan darse en unas semanas en tierras de Wisconsin, ante el potente equipo de las barras y estrellas. Puede que incluso la imagen haya reforzado alguna maquiavélica idea que tuviera ya Harrington, respecto a la posibilidad de sacar a los dos españoles juntos.

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