Sergio García firmó la mejor vuelta del día en el BMW Championship para abrirse de par en par nuevamente las puertas de la gran Final de la FedEX Cup…
Con todo en contra, el español se sacó de la chistera una tarjeta de 67 golpes y se ha colocado en séptima posición, a tres golpes de esa cuarta plaza que le garantizaría un billete en la fiesta final de Atlanta.
Sergio se ha acostumbrado a vivir esta temporada en el todo o nada. Cuanto más difícil lo tiene, mejores son sus prestaciones. Incluso en un día como ayer, enfadado porque le estaba pegando mal a la bola y cansado después de tantos duelos 'a vida o muerte' en 2011.
El de Borriol tiró ayer de repertorio. Hizo magia con las manos. Podría haber tirado la toalla después de pegar un par de tiros muy pobres y sentir que no era el día, que sufría lo indecible para coger calles y cazar greenes. Sin embargo, siguió luchando y el juego corto salió al rescate. Embocó dos bolas desde fuera de green, una desde el búnker para birdie (hoyo 12) y otra desde el rough para eagle (15). El resto lo hizo el putter. Su rendimiento en los greenes está siendo estraosférico. Ayer hizo 22 putts y acumula 75 en tres rondas. Es el mejor pateador del torneo después de 54 hoyos. “Ha sido un magnífico resultado, pero he tenido suerte. Me gustaría pegarle un poco mejor a la bola. Entre el viernes y el sábado he cogido los mismos greenes que el jueves”, explicó Sergio, que llegó a romper un palo preso de la frustración.
Sergio se ha dado una oportunidad para estar en la Final de la FedEX Cup, aunque hoy tiene que rematar la faena. Necesita acabar entre los cuatro primeros. No será fácil, ya que hay muchos jugadores con el mismo objetivo que él. Además, el castellonense comienza a estar un poco saturado. “Hace mucho tiempo que no me siento fresco. Ha sido una temporada muy larga, muchos torneos en los últimos 12 meses. Desafortunadamente ha sido así porque no estaba entre los 50 primeros del mundo y tenía que jugar para meterme en los Majors. Ha sido duro y la verdad es que estoy buscando acabar ya”, señaló.
Esto no significa que vaya a tirar la toalla. Ni mucho menos. Sergio no se va a bajar en marcha del coche después de haber llegado hasta aquí, aunque fiel a su forma de encarar los retos este año prefiere no darle demasiada importancia. No le ha ido mal así. “Saldré a jugar el domingo y que salga lo que tenga que salir. Si juego bien y estoy en Atlanta, fantástico. No creo que sea lo mejor tal y como me siento ahora mismo, pero no hay duda de que voy a intentar hacerlo lo mejor posible y veremos qué sucede”, afirmó.
El líder destacado del torneo es Justin Rose (-13). El inglés tiene cuatro golpes de ventaja sobre John Senden y cinco sobre Geoff Ogilvy y Bill Haas. Luke Donald, que igualó ayer los 67 golpes de Sergio, sigue remontando y ya está séptimo, empatado con el español. Por cierto, hoy jugarán juntos.
