Sergio García se marchó ayer del campo de Copperhead, en Tampa, con motivos más que suficientes para creer en uno de los clásicos de nuestro ideario popular de la mala suerte.
Se trata del número 13. Y es que su tercera vuelta en el Tampa Bay Championship quedó marcada por lo que ocurrió, precisamente, en el hoyo 13.
Fue otro día difícil en Florida. Apenas 15 jugadores consiguieron bajar de setenta golpes y ninguno de los líderes consiguió encajar una buena vuelta. Tocaba sobrevivir y así lo fue haciendo Sergio. Mantuvo un notable cuerpo a cuerpo con el campo. Se intercambiaron golpes, pero siempre con el dominio del español, que tras el hoyo 11 marchaba bajo par en el día con cuatro birdies y tres bogeys. Entonces, llegó el 13.
Lo que debía ser un putt de par rutinario de un metro se convirtió en una losa. Hizo tres putts desde esa distancia y se marchó con un doble bogey que siempre es muy costoso cuando las fuerzas entre el jugador y el campo andan tan justas. Además, por si alguno aún no tiene ganas de creer en la maldición de este número, resulta que Sergio terminó el día clasificado, precisamente, en el hoyo 13.
Más allá del doloroso tripateo y de la supersticiosa anécdota, lo cierto es que la vuelta de ayer también arroja buenas noticias para el español. Lo que en otro tiempo habría acabado como el rosario de la aurora, después de un tripateo de ese calibre y con su compañero de partido, Gerorge Coetzee, dejándola dada para birdie, ayer fue reacción. Sergio se revolvió con un fantástico birdie en el 14 embocando un chip desde el rough. Y, aunque terminó con bogey en el hoyo 18, sus opciones de victoria permanece intactas.
Por mucho número 13 que se haya cruzado en el camino del jugador de Borriol, la realidad es que se encuentra a sólo tres golpes del trío de líderes en una clasificación muy compacta. Hay nada menos que 20 jugadores en cuatro golpes. La ronda final será como una carrera de 100 metros. Hay que meter la máxima marcha desde el principio y no mirar atrás.
Sergio puede ganar en Copperhead y lo sabe, aunque necesita jugar más fino que ayer. Su drive sigue funcionando como un reloj, muy por encima de la media del torneo, pero sus hierros no estuvieron tan finos. En Miami hizo tres vueltas muy buenas y una mala. Si repite secuencia esta semana y contamos con que la vuelta mala fue el 72 de ayer, García tiene el campo abierto para pelear el domingo hasta el 18.
El trío de líderes está formado por Kevin Streelman, Justin Leonard y George Coetzee (-6). Entre los muchos jugadores que están metidos en la pelea, destacan los nombres poderosos de Jim Furyk (-5), Luke Donald (-4) y Matt Kuchar o Jason Dufner (-2).
