A Sergio García (-17) le ha caído hoy el primer bogey en el BMW Championship. Ocurría en el hoyo 39 del torneo, el tercero de esta tercera jornada, pero no dejaba de ser un mero accidente, un pequeño desliz que antes o después tenía que suceder. La prueba es que tal borrón se iba a quedar en el único al final del día y de las tres primeras vueltas.
Está serio el castellonense, dicho en el mejor de los sentidos. Dispuesto, fino y muy metido en harina. Muy concentrado y, por momentos, hasta disfrutón. Es lo que tiene meter los putts que razonablemente hay que meter y alguno más de propina, que uno marcha más satisfecho por el campo. Ha enchufado muy buenos putts desde todos los rangos de distancia, corta, media y larga, bien para hacer birdies, bien para salvar buenos e importantes pares, como el del hoyo 17, donde embocaba desde tres metros y medio. Le está corriendo muy bien la bola en los greenes y se le ve hasta relajado con el putter en las manos.
Hoy ha firmado una buena vuelta de 67 golpes que lo mantiene entre los primeros, a cuatro golpes de los líderes, Patrick Cantlay (-21) y Bryson DeChambeau (-21), y de momento lo mete entre los treinta primeros de la Fedex y por lo tanto con plaza provisional en el Tour Championship de la semana que viene, el último de los play offs. Lo de mañana va a ser un verdadero reto mental para muchos jugadores que todavía buscan el mismo objetivo, prolongar su temporada una semana más. Sergio, además, tiene que seguir mirando hacia arriba, seguir buscando su hueco en el esprint final por el triunfo. En primer lugar, porque se encuentra a una distancia que todavía lo incluye entre lo candidatos; y en segundo, porque seguramente ésta sería la mejor manera manera de encontrar el premio del tercer play off.
Nadie ha cazado más greenes en regulación esta semana que el español. Y muy pocos, sólo dos, han cogido más calles. Son argumentos que llaman al optimismo. El pequeño problema (lo es para todos) es que en este campo los birdies siguen estando a la orden del día, así que en la zona alta de la clasificación es indispensable entregar al menos un 67 para no perder posiciones. Eso, para mantenerse dentro del top 5 y efectivamente confirmar un puesto en el Tour Championship, porque para ganar a Sergio le haría falta algo así como un 64, y de ahí hacia abajo, a tenor de lo visto. Y ni por esas lo tendría ni medio claro.
Al fondo, por supuesto, asoma en el horizonte del de Borriol la silueta de uno de los grandes amores de su vida, la Ryder Cup. Mañana es un día importante para Sergio, por tanto, porque también podría dejar prácticamente sellado el salvoconducto a Whistling Straits. Por si aún quedase alguna duda acerca de su confortadora presencia en el equipo de la Vieja Europa, vaya.
