Sergio García no ha podido sumar el octavo título de su carrera en el PGA Tour y eso que a falta de once hoyos para acabar el Wyndham Championship tenía el torneo bajo control. Pero no ha podido ser. El de Borriol ha empezado a pinchar en el hoyo 8. Hacía tres putts desde 12 metros y empezaba a dudar. Caía un bogey en el 11 y otro en el 12. Su juego se deslabazaba por momentos. Ya no conseguía pegar los tirazos que ha hecho durante toda la semana en este recorrido de Greensboro, en Carolina del Norte.
Del -18 bajaba al -15 y veía como otros rivales se colocaban en -16. Necesitaba un birdie más para empatar a Bohn, Stadler y Moore, que estaban ya en la casa club.
Debía hacer el birdie en el 18, uno de los más difíciles del PGA Tour y en el que Moore y Stadler, por ejemplo, han hecho bogey…
Se marchaba al rough y ha ido con todo. Ha metido una madera 5 en la hierba alta y ha terminado en el bunker de la izquierda, muy cerca de la bandera. Ahí ha sacado el único momento de magia de los últimos doce hoyos. Ha pegado una sacada espectacular, perfecta, con freno y jugando con la caída del green, pero incomprensiblemente no ha entrado. El público cantaba el birdie cuando la bola, ya asomando al hoyo, a falta de media vuelta, se ha parado y ha caído una vuelta a la derecha. Increíble. Pero no entró. Sergio acabó con par, -15, a un golpe del ganador.
Ryan Moore ha ganado el desempate después de tres hoyos.
En breve la crónica completa…
