Sergio García (-19) se mantiene al frente del Deutsche Bank, segundo torneo de los playoffs finales de la FedEx Cup, una vez disputada la tercera jornada y después de entregar una soberbia tarjeta de 65 golpes, que incluso ha parecido corta a tenor del juego sobresaliente desplegado por el español, pero que lo deja como líder con dos golpes de ventaja.
El de Borriol ha estado muy cerca de hacer un auténtico destrozo a los segundos nueve hoyos del TPC de Boston, que finalmente saldaba con 31 golpes después de cazar ocho greenes en ese tramo y errar dos putts más bien cortos en los hoyos 16 y 17. Tampoco anduvo muy lejos de embocar otros dos de larga distancia, uno para eagle en el 18 y otro más para birdie en el 11 que lamió el borde.
Al respecto, no hay cuidado: lo normal es que no entren todos los putts y que, incluso, se falle alguno de corta distancia. Lo verdaderamente importante son otras dos situaciones que el de Borriol ha manejado este domingo a plena satisfacción. Por un lado, la paciencia y tranquilidad mostrada cuando la vuelta no terminaba de arrancar en la primera mitad del recorrido y por detrás venía una jauría pegando bocados: DeLaet (-16) firmaba 62 golpes, Stricker (-16) entregaba un 63, Dufner, que luego se frenó, había hecho seis birdies en los primeros diez hoyos… Y por otro lado, el inmenso repertorio exhibido, marca de la casa, en el juego de tee a green. Nadie las dejaba más cerca que él y disfrutaba tanto diseñando los golpes desde el tee, llevando la bola la mayoría de las veces al mejor lado de la calle para atacar las banderas.
Sergio, además, por tercera vez en otras tantas jornadas, volvió a elevarse durante la vuelta a un estado de inspiración extrema en el que los birdies parecen llegar solos, hasta el punto de andar bien cerca de embocar desde la calle en un par de ocasiones. Enchufa la batidora y levita. Incluso el tiro del 14, donde hizo el único bogey del día, estuvo a punto de resultar sensacional, pero ese disparo desde casi 185 metros se abría medio metro más de la cuenta y terminaba en la arena.
Henrik Stenson (-17) ha aguantado el tipo y mañana acompañará de nuevo a García en el partido estelar. Es un rival de cuidado. Y no es el único, claro. Mucho menos cuando llega la hora de la verdad y la presión aprieta en un campo en el que, además, se pueden hacer resultados muy bajos. Quien no será de la partida en la lucha por el triunfo es Tiger Woods (-6), que hoy ha jugado sobre el par. No ha estado fino en toda la semana y parece como si la temporada se le estuviera haciendo larga, pero con este tipo nunca se sabe: te crees que marcha al límite y dentro de veinte días lo ves levantando el trofeo de la FedEx Cup con naturalidad infinita.
Nunca en toda su carrera en el circuito americano había sumado Sergio sólo 194 golpes en los primeros 54 hoyos de un torneo. Es una buena pista, pero por desgracia no es definitiva. Nada lo es hasta que no se emboca el último putt en el hoyo 72. Mañana toca seguir haciendo birdies y mantener la cabeza fría cuando la adversidad se cruce en el camino, porque eso siempre sucede antes o después cuando se pelea por la victoria.
