Sergio García (+2) consiguió enderezar una vuelta que empezó con más curvas que una carretera comarcal de montaña. El jugador de Borriol llegó a colocarse cinco sobre el par en una de esas jornadas en las que parece que todo está por la labor de salir al revés. Firmar 72 golpes en la primera ronda del Honda Classic no es un gran resultado, pero visto cómo iba la jornada y las condiciones de juego, con rachas de viento de más de cincuenta kilómetros por hora, vale un potosí.
Sergio empezó la ronda por el hoyo 10 y la historia tenía pinta de dolor de muelas importante. Arrancó con bogey en su hoyo inicial tras fallar un putt de metro y medio. Se rehizo con un birdie en el 11, con un gran putt de cinco metros, pero fue cazado cruelmente en el 12, con un triple bogey muy doloroso. La complicada puesta en escena se completaba con otro putt de metro y medio fallado en el hoyo 13, éste para birdie.
El inicio fue más o menos como si sales de tu casa y te encuentras al cruzar el umbral una cuesta con porcentajes del 22 por ciento. Ya sabes que va a ser un día muy duro y debes decidir ahí si te bajas de la bici y te vuelves a la cama o si lo intentas. Sergio optó por lo segundo. El día estaba muy difícil por el viento y sacó el pico y la pala. En el 17 salva un bogey espléndido con un putt de casi cuatro metros y en el 18 rescata un par con una pelota que de salida había quedado sumergida en el lago. Se veía y decidió pegarle. La sacó a calle y salvó el par.
Tanto esfuerzo merecía recompensa y Sergio la halló justo cuando más feo se había puesto el asunto. Otro bogey en el hoyo 2 lo situaba con un parcial de cinco más. Desde ahí, birdie en el 3, 5 y 6, éste con un approach sublime. Fantástica remontada, sacando brillo al pico y la pala. Esta reacción, en un día de perro, le permite, de momento, estar dentro del corte provisional con +2.
Gonzalo Fernández Castaño (+6) tuvo un día igual de complicado que Sergio. Apenas cogió once greenes y tuvo que andar recuperando prácticamente desde todos los sitios. Todo se comenzó a enredar en el hoyo 14, con un bola que se quedó imposible en el búnker y que necesitó de dos golpes para volver a la calle. Una mala manera de encarar la famosa Trampa del Oso, aunque tampoco tiró nunca la toalla. Como Sergio peleó hasta el final, como demuestra ese gran bogey que salvó en el 9, su último hoyo del día, haciendo approach y putt desde la calle. El madrileño necesitará este viernes una vuelta muy buena para pasar el corte.
