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Sergio y Álvaro se rebelan

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Sergio García (-4) ha salido hoy victorioso de una enconada lucha que ha mantenido con el TPC de Sawgrass una vez finalizada su tercera vuelta en el The Players…

Y Álvaro Quirós (PAR) ha sufrido lo indecible de nuevo para entregar una tarjeta de par, revolviéndose con hombría contra la aciaga maldición que sufre en los greenes.

El ataque de García puede quedarse corto para aspirar mañana al triunfo, hay que ver cómo termina la jornada. Pero en cualquier caso supone un magnífico resultado después de un primer tercio de recorrido completamente desmadrado, muy irregular, en el que intercambiaba graves errores con tirazos marca de la casa. Por ejemplo, en el primer par 5, el hoyo 2, perdía la calle y se veía obligado a dropar (doble bogey), pero en el primer par 3, el hoyo 3, pegaba un tirazo y embocaba el primer birdie del día desde poco menos de dos metros.

De inmediato, mandaba dos bolas al agua desde el tee (hoyos 4 y 5), para salvar un buen bogey (hoyo 4)y un par estratosférico (hoyo 5) después de un disparo de locura desde casi doscientos metros que dejaba la bola muy cerca del hoyo… Y en el 6 retomaba el pulso con un birdie de libro.

La cuestión es que desde el tee le costaba dios y ayuda coger calles (nuevo error en el 7), pero en cuanto centró el punto de mira el panorama dio un giro de 180 grados. De hecho, su parcial en los últimos once hoyos fue de seis menos. Coraje y voluntad, porque no estaba sencillo el día con un inicio tan revuelto y extraño.

Quirós, seguramente, ha jugado mucho mejor de lo que dice su tarjeta. Pero todavía no ha superado la terrorífica ansiedad que le crean esos putts que van desde el metro a los tres metros de distancia. Se bloquea, se pone tenso… Hoy ha fallado hasta en seis ocasiones en ese tramo de distancia, seis de ellas para birdie. Eso es mucha tela.

 Y el caso es que el asunto comenzaba muy bien: putt de siete metros embocado en el hoyo 1 y otro desde tres metros en el hoyo 2. Pero en el 4 erraba desde poco menos de tres metros para birdie y y en el 6 desde unos dos metros para par y se provocaba algo así como un apagón.

El mérito del de Guadiaro estuvo en seguir creándose ocasiones, excelente casi siempre de tee a green. Al mal tiempo, rebeldía. Si para hacer un birdie tengo que crearme siete oportunidades más que razonables, pues habrá que crearlas…

Así, en el hoyo 8 no entraba para birdie desde dos metros, en el 10 desde menos de dos metros, igual que en el 11, en el 13 desde unos tres metros y medio y en el 17 desde menos de dos metros… Un martirio.

Álvaro Quirós había sacado hoy toda la artillería, iba a por todas, al asalto incluso del top-ten, pero en el momento de la verdad los proyectiles se le habían mojado. El 18 premió su tesón, precisamente con un birdie desde dos metros, una distancia situada en ese tramo maldito. Que sea un augurio liberador.

¿Cuál es la causa primera de semejante estado? ¿Las expectativas de Ryder desde el inicio de año? Pues es muy probable que así fuera al principio, pero después ya se transforma en una bola de nieve que crece y crece sin más motivos  que la simple concatenación de errores.