– Ryan Palmer (-9) y Wesley Bryan (-9) son los l líderes del Honda Classic. Ellos son quenes hasta el momento mejor están llevando las riendas de un campo como el Champion course del PGA National que no permite ni medio desahogo. Curiosamente, Palmer tiene el dudoso honor de ser el jugador del PGA Tour con peor acumulado histórico en la Trampa del Oso (hoyos 15, 16 y 17 del recorrido de Florida), pero esta semana ha pasado ese bucle ya dos veces con un resultado de par.
– Precisamente la Trampa de Nicklaus le ha jugado una mala pasada a Sergio García (-1). El castellonense está haciendo las cosas lo suficientemente bien como para estar más cerca de la cabeza después de dos rondas, pero no termina de convertir en registros sobresalientes un juego algo más que aseado y, al igual que en Riviera la semana pasada, al final lo más sencillo es concluir que no termina de ser sólido en los greenes. Su paso por los famosos hoyos 15, 16 y 17 ha sido paradigmático en este sentido: fallaba dos putts de algo más de un metro para salvar el par en el 15 y el 16 y acto seguido uno de algo más de tres metros para birdie en el 17…
– Sergio está lejos de la cabeza, pero él sabe mejor que nadie que precisamente en este torneo una jornada lúcida y brillante puede darle la vuelta a la situación como a un calcetín. Ese debe ser su objetivo el sábado, aunque a García no le va mucho eso de ponerse un dígito concreto como meta.
– La misma regla de tres deberíamos aplicar a Rafa Cabrera Bello (-2), que, visto así, está aún más metido en la lucha. El canario, sublime con el putter en las manos en la primera ronda, hoy sin embargo ha perdido fuelle en esta parcela del juego, sin que pueda decirse tampoco que haya pateado horrorosamente mal (de hecho, salvaba alguna situación delicada con buenos putts cortos). Pero en el 11 desperdiciaba una buena opción de birdie desde menos de un metro que de alguna manera decidía ese resultado final de tablas, vuelta de 70 golpes.
– Cualquiera se pone a vaticinar nada, pero da la sensación de que a los dos españoles aún les queda algo que decir esta semana en Florida. Lo mismo pensará Rickie Fowler (-8) con mucho más fundamento. Adam Scott (-3), que marchaba imperial rumbo a los últimos partidos del sábado, se liaba con un doble bogey en el 16 y un bogey en el 17. De nuevo la Trampa del Oso en acción. El domingo el drama en aquella parte del campo será aún mayor, pues las previsiones hablan de una jornada algo más picante por culpa del viento.
