Sergio García (PAR) y Rafa Cabrera Bello (PAR) no pudieron batir al TPC Sawgrass en una jornada en la que 22 jugadores entregaron tarjetas de 67 golpes o aún mejores… En una primera jornada del THE PLAYERS en la que los registros de 68 se quedaban por tanto fuera del top-20 y cuarenta jugadores jugaban por debajo de setenta: para frotarse los ojos.
Jason Day (-9) igualaba el récord del campo (63), Shane Lowry firmaba el primer 29 por los segundos nueve en la historia del torneo y la media de golpes de esta primera jornada se iba a 71,01, el cuarto más bajo en la larga trayectoria del THE PLAYERS y el más bajo desde que el torneo pasó a jugarse en mayo, allá por 2007…
Se habían aprovechado las excelentes condiciones de juego, especialmente en el turno matutino, con esos greenes muy tiernos, muy receptivos, bien regados para protegerlos del calor, y por la tarde tocaba subirse como fuera posible al carro para no quedarse demasiado lejos de la zona caliente y del líder, Jason Day (-9). Ni Sergio ni Rafa lo conseguían, si bien su posición no es desesperada, ni mucho menos. Ahora no hay vuelta de hoja: este viernes por la mañana necesitan jugar claramente por debajo del par, en primer lugar para pasar un corte que se antoja exigente…
En realidad, la hoja de ruta de García no era mala en esta primera ronda, intercalando algunos errores con numerosos momentos brillantes y plantándose en el tee del 16, el último par 5 de la vuelta, con un parcial de dos menos en el día. Sin embargo, un doble bogey inesperado en este punto tras fallar la salida, torcía su vuelta y dejaba al español casi sin margen de maniobra. Tampoco acertaría con el putt en el 17 tras pegar un gran disparo desde el tee…
Tampoco Rafa anduvo muy lejos de la media del turno vespertino, si atendemos a una vuelta bien llevada y muy sólida. Sólo le faltó algo más de chispa en los greenes, puesto que jugaba los primeros quince hoyos una por debajo del par, estable y confiado, con catorce pares y un solitario birdie, dejándose por el camino alguna buena opción. En el último tramo el canario fallaba la salida en el 6 y después sumaba tres putts en el 8, finalizando eso sí con un buen birdie en el 9 para firmar las tablas.
Lo de menos es buscar consuelo en otros nombres, en otras tarjetas, pero es importante señalar que los dos españoles no eran los únicos jugadores de campanillas que se quedaban atrapados en la segunda mitad de la clasificación. El defensor del título, Rickie Fowler (PAR), por ejemplo, tampoco ganaba al campo. Igual que Rory McIlroy (PAR), Jordan Spieth (PAR), Adam Scott (+1), Kevin Na (+1) o Kevin Kisner (+2), por hablar de algunos de los favoritos.
Las sensaciones que han dejado los dos españoles, hay que insistir, en ningún caso son preocupantes, aunque ahora les va a tocar remar de lo lindo para recuperar terreno. También hay que recordar que, aunque la media de golpes no fue tan baja, en 2013 y 2014 el líder del jueves también arrancó con un 63, nueve menos en el día, y después el ganador cantó victoria con -13 en ambos casos el domingo. Existe por tanto margen de maniobra para todos los rezagados, si bien la tarea será ardua y el reto mayúsculo.
