Pocas victorias han sido y serán más celebradas en 2014 que la conquistada ayer por J.B. Holmes en el Wells Fargo Championship. Si buscan una historia inspiradora ya la tienen.
El duro pegador norteamericano de 32 años, nacido en Kentucky, ha conseguido el tercer título de su carrera, el primero después de pasar dos veces por el quirófano para someterse a sendas operaciones en el cerebro y una más para poner en orden un codo. En el camino, entre intervención e intervención, también tuvo tiempo de romperse una rodilla. Holmes, que ya tuvo que combatir una dislexia en el colegio, antes siquiera de saber que jugaría al golf, es un ferviente admirador del refrán que dice que las desgracias nunca vienen solas, pero también es un luchador infatigable.
Sólo así se puede entender el triunfo sensacional que capturó ayer con un golpe de ventaja sobre Jim Furyk, sufriendo lo indecible en la fatídica ‘Milla Verde’, con dos bogeys en el 16 y el 18. Pero claro, de sufrimiento está curado de espanto el bueno de Holmes.
Su historia negra comenzó en 2011, cuando ya tenía dos títulos del PGA Tour en el bolsillo, dos FBR Open (2006 y 2008) y estaba en la cresta de la ola de su carrera. Tuvo que retirarse del PGA Championship el domingo tras hacer un 80. Sufrió vértigo y acudió a un hospital. Le diagnosticaron una extraña malformación y a los pocos días lo metieron en un quirófano. Semanas después volvió a ser intervenido de urgencia, ya que el adhesivo que le colocaron los médicos en su cabeza le provocó una reacción alérgica. Nueva operación, otro quirófano y por segunda vez en muy poco tiempo con la cabeza abierta.
A los pocos meses, en 2012, pudo volver a la competición. Poco a poco se fue recuperando, pero en 2013 se rompió la rodilla y el codo y tuvo que pasar de nuevo por el quirófano. Este año estaba jugando con una exención médica. ¿Una historia de superación? La de Holmes.
J.B. salió líder el domingo y ganó con un golpe de ventaja sobre Jim Furyk, dos sobre Martin Flores, tres sobre Jason Bohn y cuatro sobre Justin Rose. Phil Mickelson dio la de arena, con 76 golpes tras la exhibición del sábado, y Rory McIlroy apuntaló un valioso top ten que lo deja bien colocado para el The Players Championship. Aunque, eso sí, ojo con Holmes en este torneo y en este campo. Ha jugado en siete ocasiones y en cuatro no ha bajado del 16º puesto.
