Se confirmó el día de perros que se anunciaba en todos los mapas meteorológicos. Llegó la lluvia y el viento a Pebble Beach y la primera ronda del AT&T Pro Am se convirtió en una jornada de supervivencia. Sólo había un objetivo: evitar el descalabro definitivo y seguir en pie en el torneo. Como fuera.
Jon Rahm (+1) y Gonzalo Fernández Castaño (+2) lo han conseguido. Rahm pudo completar su jornada en Spyglass con una tarjeta de 73 golpes. Fue acabar el hoyo 9 con bogey (empezó por el 10) y sonar la bocina de suspensión.
El balance de Rahm es más positivo que negativo. Para empezar pudo completar su ronda, que no es poco alivio. Y para continuar se ha quitado el campo más difícil de la rotación sin demasiados daños. Cierto es que Spyglass se mostró hoy extrañamente benévolo en comparación con los otros dos recorridos del torneo: Pebble Beach y Monterey. Tanto es así que los tres líderes con cuatro bajo par, Seung Yul Noh, Rick Lamb y Joel Dahmen, jugaron en Spyglass. Sin embargo, la realidad es que la previsión anuncia una mejoría del tiempo para los próximos días, lo que se traduce en mejores condiciones para jugar los campos donde hay más posibilidades de hacer buen resultado. Una buena noticia para lo que resta de torneo.
Spyglass no estuvo tan expuesto al viento, pero aún así hacer resultado era muy complicado. Rahm se aferró con uñas y dientes al campo para no dejarse ir y seguir en la pelea. Lo consiguió, tirando sobre todo de recursos de juego corto. Apenas cazó nueve greenes y sólo cometió tres bogeys.
Mientras, Gonzalo Fernández Castaño (+2) recibió la suspensión en Pebble Beach como una llamada del cielo. Es más, no habría pasado nada si la bocina hubiera sonado quince minutos antes. Las cosas se habían puesto muy feas en su campo. Los empleados tenían que salir a achicar el agua de los greenes con los limpiadores y las condiciones estaban casi imposibles. Un buen ejemplo son los cuatro putts que hizo el madrileño en el hoyo 6 (par 5) para doble bogey. Curiosamente, la suspensión llegó cuando debía jugar el famoso y traicionero par 3 corto de menos de cien metros.
La realidad es que Gonzalo venía aguantando de maravilla durante todo el día, pero cuando el asunto se puso crudo por culpa del agua y el viento llegaron los errores, con un bogeys y un doble bogey consecutivos en los hoyos 5 y 6.
En cuanto a la clasificación, más allá de los tres primeros con -4, destaca la presencia arriba de Jordan Spieth (-3), que aún tenía dos hoyos por delante en Monterey cuando se detuvo el juego, o Jim Furyk (-2) con su vuelta acabada en Spyglass.
Lógicamente, los descalabros también han estado a la orden del día. Nada menos que 17 jugadores han firmados vueltas de 76 golpes o más altas y aún quedan muchos por acabar que estaban rondando o superando con creces ese resultado. Consulta aquí los resultados en directo.
