Jordan Spieth ha recuperado el toque y la magia en los greenes. Lo que ocurrió y todos pudimos ver en Bethpage no ha sido un espejismo, ni flor de un día. El jugador texano ha vuelto a su mejor versión, la del ‘killer’, aquella que le permitía ver una opción de birdie sea cual sea la distancia. Sus números en las dos primeras jornadas en el Charles Schwab Challenge de Colonial son exuberantes y dan una buena muestra de ello.
VÍDEO | La segunda ronda de Jordan Spieth en el Charles Schwab Challenge, al detalle
Entre el jueves y el viernes ha metido un total de 94,1 metros de putts, repartidos casi de manera simétrica entre los dos días. En la primera jornada metió 46 metros y en la segunda fueron algo más de 48. Una barbaridad. Para que se hagan una idea, prácticamente ha metido en 36 hoyos el equivalente a la altura de la Estatua de la Libertad, incluida su base. El mítico monumento de Nueva York alcanza 93 metros.
Un árbol deja fuera de combate a Jon en Colonial
El jueves pateó de manera primorosa. Embocó los 15 putts que tiró por debajo de cuatro metros y medio. Una salvajada. Y el viernes, por primera vez en su carrera, metió tres desde más allá de doce metros. “Hoy ha sido un día más normal. He metido putts muy largos, pero también he fallado uno de dos metros, otro de algo menos de tres y dos más de unos cuatro medio. Lo del jueves fue espectacular”, aseguraba ayer el propio Spieth.
Este despliegue brutal en los greenes le permite estar en la quinta posición, a cuatro golpes del líder, Jonas Blixt. La pregunta es fácil: ¿pateando de esta manera cómo es que no está más arriba? La respuesta es que su swing no anda fino. Ha cazado sólo 20 de 36 greenes. Así, Jordan tiene clara la receta para el fin de semana. “Si consigo coger el doble de greenes sábado y domingo creo que tendrá una oportunidad de ganar”, afirma.
Spieth respira tranquilo. Ahora sí se mira en el espejo y reconoce al jugador que fue. “Estoy muy contento porque estoy tocando muy bien la bola otra vez. No es sólo cuestión de meter o fallar putts, lo más importante es que la bola sale exactamente por donde yo quiero y que siento muy bien la velocidad de los greenes. Ahora, cuando fallo un putt es porque lo he leído mal y eso no hace daño. En los dos últimos años fallaba putts y no sabía muy bien cuál era el problema”, explica.
VÍDEO | Esta batería de birdies de Jon Rahm fue insuficiente hoy para pasar el corte
Obviamente, con esta versión recuperada de Spieth, el texano es candidato a todo de nuevo, aunque bien es cierto que debe enderezar su juego de tee a green para ser realmente competitivo, especialmente cuando lleguen las grandes citas. Mientras tanto, toca disfrutar del mejor pateador que ha dado el golf en los últimos años. Ha vuelto.
