Se ve que a Jordan Spieth el otoño no le sentaba bien. Al menos, para jugar al golf. O eso pesaba él. Desde su debut en el PGA Tour en 2010 nunca había jugado un torneo regular del circuito americano en esta estación hasta esta semana. Lo más había sido el WGC HSBC Champions –y sólo en tres ocasiones (2013, 2014 y 2015)- y la Ryder Cup. Pare usted de contar.
Era una especie de alergia sobrevenida que, entre otras cosas, le provocó el año pasado ir tan justo en su calendario que incumplió el número mínimo de torneos que marca la regulación del PGA Tour. No esperaba quedarse fuera de la final de la FedEx, ya que nunca había faltado a esa cita en su carrera, y finalmente le faltó un torneo para ajustarse a la normativa. No sabemos, y seguramente nunca lo sabremos, si el texano ha recibido un castigo por ello, lo que sí ha quedado claro es que ha aprendido una lección.
Ya no hay alergia al otoño. El tratamiento no sólo ha funcionado, sino que ha resultado ser un éxito absoluto. Jordan Spieth (-5) ha firmado 66 golpes en la primera jornada del Shriners Hospitals for Children Open, en Las Vegas. Se ha colocado quinto y, sobre todo, ha recuperado sus mejores sensaciones con el putter. Ha recordado al Spieth de antaño.
Sus estadísticas en los greenes lo dicen todo. Metió los catorce putts que tuvo de tres metros hacia abajo, embocando en total más de treinta metros de putt durante su vuelta. De hecho, acabó con un birdie en su último hoyo tras meter uno de siete metros. Ha sido el segundo mejor en las estadísticas de putt en la primera ronda, lejos de sus horribles números del año pasado, cuando acabó la temporada en el puesto 136º en el ránking de putt del PGA Tour. Más que feliz, se le notaba aliviado. En esta línea, no tardará en recuperar un puesto entre los diez mejores del ránking mundial.
Spieth se ha colocado a tres golpes del primer líder del Shriners, Peter Uihlein (-8), mientras que comparte la quinta posición con otro peso pesado como Bryson DeChambeau. Más atrás, con tres bajo par, se han situado Rickie Fowler, Webb Simpson y Matt Kuchar.
En cuanto a la Armada latina, excepcional comienzo del colombiano Juan Sebastián Muñoz (-5). Está empatado con Jordan Spieth tras una vuelta en la que firmó siete birdies, cuatro de ellos seguidos entre el hoyo 14 y 17, y dos bogeys. Es el segundo 67 en dos semanas para Muñoz. Junto a él, comparte la quinta plaza el mexicano Abraham Ancer.
Buen arranque de torneo también para los compatriotas de Ancer, José de Jesús Rodríguez (-4) y Roberto Díaz (-2), y el chileno Joaquín Niemann (-2). Por último, el campeón de la semana pasada, Cameron Champ firmó una sólida ronda de dos bajo par para empezar. No está mal como resaca de su primera victoria en el PGA Tour.
