Jordan Spieth (-12) se mantiene al frente del Travelers Championship por tercer día consecutivo. El golfista texano está un paso más cerca de lograr su particular Décima en el PGA Tour, la primera liderando de principio a fin desde el Masters de Augusta de 2015.
Spieth recordó ayer a su mejor versión. Sacó el disfraz de Jordan, ése que le permite hacer cosas de súper héroe alrededor de los greenes. Después de seis hoyos marchaba uno bajo par, pese a que cualquier en su lugar iría seguramente perdiendo el duelo. En el 4 recuperó con un chip prodigioso desde un lugar muy delicado, en el 5 metió un putt de casi cinco metros tras una discreta sacada de búnker y en el 6 la metió desde fuera para birdie. En total, cogió diez greenes y tiró 24 putts. El método Spieth en su máximo esplendor.
Con estos argumentos, Jordan manda en el su primera visita al Travelers con un golpe de ventaja sobre Boo Weekley. “Hacía mucho tiempo que no veía estas caras”, bromeaba el veterano norteamericano cuando se sentó ante los medios el sábado por la tarde. Hace cuatro años que logró la última de sus tres victorias en el PGA Tour. La clave de la semana: un cambio de putter y de técnica. El nuevo palo se lo dio Matt Every y la técnica, con la mano izquierda por debajo, fue consejo de su entrenador. “Este año he cambiado tantas veces de putter como de calzoncillos”, aseguró ayer el inconfundible Weekley.
A tres golpes de Spieth se encuentra Daniel Berger, ganador del FedEx St. Jude Classic la semana previa al US Open. Está en forma y es peligroso. Ya ganó en Memphis viniendo desde atrás.
Por último, Rory McIlroy (PAR) acabó de nuevo pidiendo la hora. Se quedó a dos golpes del fallar el segundo corte del corte y metiendo un putt de par en el hoyo 9 (su 18) desde casi tres metros.
