Henrik Stenson (-11) sigue liderando el TOUR Championship después de la tercera jornada con cuatro golpes de ventaja sobre Dustin Johnson (-7). Por momentos pareció que este mismo sábado iba a dejar sentenciado el evento y también la FedEx Cup, puesto que después de sus primeros nueve hoyos (acumula un parcial de -13 en esta parte del campo y sin bogeys) llegó a comandar la clasificación con nueve golpes de ventaja. Después, la lluvia y los hados que cuidan de la emoción en este deporte apretaron un poquito la situación.
El sueco, a pesar de haber sufrido por los segundos nueve del East Lake Golf Club (Atlanta, Georgia), firmando hasta cuatro bogeys en este tramo, cuando más llovía, acaricia esos más de once millones que puede llevarse de una tacada.
Ya ha dicho esta semana, una vez se había iniciado su recital, que el dinero es sólo papel al fin y al cabo. El maldito parné, que hubiera dicho un castizo. Y que le motiva más el hecho de agarrar fuerte dos trofeos que el cheque millonario. Sin embargo, a la hora de la verdad, habrá que verlo celebrando el logro sobre el green del 18, si es que le toca hacerlo, porque el remate siempre cuesta, aunque uno disponga de semejante ventaja en el tee del 1.
Jim Furyk sin ir más lejos, hombre templado y moderado donde los haya, celebró en su día el cheque millonario como no se le había visto celebrar nada… Será interesante, llegado el caso, comprobar si Stenson mantiene puesta la careta de hielo.
Zach Johnson (-4) y Steve Stricker (-5) andarán al quite por si el líder pega el patinazo. Ellos son ahora mismo quienes más opciones tendrían de ganar la FedEx Cup en caso de que el nórdico fallara. Dustin Johnson, que llegó como último clasificado a la parada final de los play offs, necesitaría ganar el torneo y, entre otras muchas cosas, que Stenson bajara a la sexta posición o peor, que ahora mismo se encuentra a siete golpes del sueco. Parece demasiado pedir…
Sergio García (-2) se descolgó al final de la lucha por el triunfo con dos bogeys crueles en los hoyos 17 y 18. Aún así, firmó 69 golpes, una menos en el día. Hasta ese momento el español había mantenido una lucha tremenda con el campo, algo errático desde el tee, pero sublime con los hierros en la mano, arreglándoselas casi siempre para llevar la bola a green desde cualquier posición, ya fuera rough o arena. Una buena jornada final, no obstante, le puede llevar muy arriba, y aquí hay muchos puntos de ranking mundial en juego. Por ejemplo, para seguir sumando en año Ryder.
