Kenny Perry (–16), se adjudicó el John Deere Classic disputado en el TPC Deere Run de Silvis (Illinois), y sus números empiezan a asustar…
Su victoria fue trabajada, pero convincente. Esta es la tercera victoria de Perry (segunda consecutiva) en los cinco últimos torneos que ha disputado.
Su racha es ‘tigeriana’ (si se me permite el vocablo). Ganó el Memorial, se saltó el U.S. Open, quedó 24 en el Stanford St. Jude, sexto en el Travelers, ganó hace dos semanas el Buick, se saltó el AT&T Classic y ahora se adjudica el John Deere. Perry ocupa el segundo puesto (virtual primero) en la FedExCup detrás de Tiger Woods.
Pero Perry tuvo un par de problemas el domingo. Se llamaban Brad Adamonis y Jay Williamson (–16), que forzaron la máquina y consiguieron meterse en un desempate que a dos hoyos del final parecía imposible. La ventaja de dos golpes de Perry se deshizo en un santiamén cuando Williamson y Adamonis se hicieron birdie en el 17; y Perry, bogey en el 18.
En el primer y único hoyo del playoff, la salida del tee de Adamonis se fue a los árboles. Perry y Williamson, con más edad y sabiduría, amarraron la calle. Adamonis arriesgó y casi hizo el milagro (un atrevido slice entre los árboles que debía correr paralelo al agua hasta llegar al green), pero a la bola le faltó fe y se fue al agua por muy poco.
Todo estaba en manos de los dos veteranos y la suerte volvió a sonreir a Perry cuando, inexplicablemente, Williamson también echó su bola al agua. Perry se hizo cuatro … y a otra cosa.
Williamson se ganó una invitación para el British Open que, a diferencia de Perry, sí aceptó. Perry ha dejado claro que este año (año de Ryder en su Kentucky natal) sólo quiere jugar en campos que se adapten a su juego, y los links escoceses no lo son.
Aparte de Williamson, el jugador mejor clasificado en el John Deere que también participará en el British Open fue Woody Austin, que quedó noveno con –12. Charlie Wi, Will MacKenzie y Eric Axley (–15), quedaron segundos a un solo golpe del playoff.
