Joe LaCava movía la cabeza de derecha a izquierda nada más acabar la primera ronda del Wells Fargo Championship. El caddie de Tiger Woods lo tenía claro. No había que hablar con él para saber lo que había pasado y lo que estaba pensando. Su jefe había entregado una buena vuelta de par, no para tirar cohetes, obvio, pero sí una ronda más que aceptable. Sin embargo, el sabor de boca no era bueno… Poco después lo confirmaba. “No ha podido hacer ni un golpe más”. Sentencia firme. Es todo, señoría.
Tiger firmó una de las mejores vueltas del año de tee a green, en un escenario que se las trae, lo cual añade aún más mérito. Que no le engañen los números. Cogió seis calles, pero no se metió en ningún lío y casi todos los drives que no acabaron en hierba segada al ras, estaban en el primer corte, con la bola bien colocada, perfecta para poder atacar el green.
En este sentido, Woods cazó catorce greenes, una cifra impensable si hubiera grandes problemas de por medio. Simplemente, no metió ni un putt. Se dejó muchas oportunidades por el camino. No hay que darle muchas vueltas. El californiano se ha centrado en las últimas semanas en el drive y el juego corto ha quedado relegado en su entrenamiento. Así es este deporte. No es fácil encajar todas las piezas en el puzzle.
Por este motivo, cuando firmó la tarjeta y la noche ya se cernía sobre Quail Hollow, Tiger le dijo a LaCava que le esperara en el putting green… Cerró la jornada con una buena sesión de entrenamiento con el putt para tratar de acercarse hoy al líder.
John Peterson (-6) manda en la clasificación con dos golpes de ventaja sobre un grupo de cinco jugadores entre los que están Tyrrell Hatton. Rory McIlroy mantiene su idilio particular con Quail Hollow. El norirlandés arrancó con una gran ronda de tres bajo par y se ha colocado en el top ten. Buen comienzo también para Jason Day (-2), Emiliano Grillo (-3) y Paul Casey (-2). Más problemas tuvo Phil Mickelson (+1) y especialmente llamativas son las vueltas de Adam Scott (+4) y Hideki Matsuyama (+6).
