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Tiger disecciona el golf actual como la cultura del pelotazo

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Tiger Woods. (© Golffile | Ken Murray)

Tiger Woods se ha dado una oportunidad de clasificarse para la Final de la FedEx Cup tras la gran vuelta de 67 golpes que firmó el sábado en el BMW Championship. Eso sí, aún tendrá que volar bajo este domingo para conseguir el objetivo. Él lo tiene muy claro. “Para no depender de nadie y asegurar mi presencia en Atlanta tendría que hacer 60 golpes. Creo que eso debería valer”, señalaba ayer.

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Una vuelta de 60 golpes podría parecer una ironía, pero la realidad es que se puede esperar cualquier cosa en un Medinah que se está dejando hacer, propiciando vueltas muy bajas y cuyo récord de golpes de rebaja cada día de dos en dos. Empezó la semana en 65 y ya está en 61 tras la exhibición magistral de Justin Thomas ayer.

Precisamente, al hilo de los buenos resultados que se están dando esta semana, Tiger se ha mostrado muy sorprendido. “Siempre hemos tenido la sensación de que Medinah es uno de los tests más difíciles del PGA Tour. Es largo, tiene un rough potente y los greenes se mueven mucho. Realmente no entiendo cómo se están haciendo resultados tan bajos”, confesaba ayer mismo.

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En este sentido, Woods cree que ha cambiado la manera de entender el golf y que el driver se ha convertido en el arma crucial de los jugadores. Lo dice justo después de jugar con Dustin Johnson. Su reflexión es interesante. Disecciona el golf actual e interpreta que la mayoría de los golfistas se han tomado su profesión como si fuera la cultura del pelotazo.

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“Creo que así es como se juega ahora al golf. De eso, hemos estado hablando a principios de esta semana. Cuando yo llegué por primera vez al PGA Tour, y antes que yo mucho más, aún se utilizaba mucho desde el tee el hierro 1 y las varillas rígidas. El único objetivo era poner la bola en la calle. Ahora no. Ahora solo consiste en sacar el driver y pegar lo más largo que puedas. Sólo se busca tener tres o cuatro buenas semanas al año. Así es es como se juega ahora. El objetivo no es la consistencia, no se trata de pasar un montón de cortes. Se trata de tener tres, cuatro buenas semanas al año. Esa es la diferencia. Los jugadores entienden el juego así. Muchos sacrifican el juego corto o lo hierros cortos por el driver. A día de hoy es el palo más importante de la bolsa porque así es como se está jugando al golf”, asegura.

«Ahora solo consiste en sacar el driver y pegar lo más largo que puedas. Sólo se busca tener tres o cuatro buenas semanas al año. Así es es como se juega ahora. El objetivo no es la consistencia, no se trata de pasar un montón de cortes. Se trata de tener tres, cuatro buenas semanas al año»

Quizá por ello, en los últimos meses hemos visto más alternancia que nunca en el Número 1 del mundo. Según Tiger, a los mejores golfistas del mundo en la actualidad les sirve con hacer unas pocas semanas buenas al año para mantener su estatus. En cierto modo, se lamenta de falta de ambición. Detecta que muchos de los jugadores que a día de hoy dominan la escena no buscan la gloria deportiva. Hay más conformismo que antes. O al menos, más de lo que, desde luego, él tenía.

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