Tiger Woods (-7) no ha decepcionado en la tercera jornada del BMW Championship, el segundo playoff de la FedEx Cup. Siempre se puede esperar de este gran campeón la penúltima reacción, un postrero intento de cumplir los objetivos, por nublado que ande el panorama. El suyo, esta semana, era el de acabar como mínimo entre los once o doce primeros, aproximadamente, para meterse en el Tour Championship, la fiesta final de temporada y, tal y como le habían ido las cosas los dos primeros días en el Course 3 del Medinah Country Club, la empresa se le había complicado mucho. Lo sigue teniendo difícil, pero el sobresaliente 67 que ha entregado hoy abre una puerta a la esperanza. Al fin y al cabo, en el momento de editar esta crónica provisional, el genio de Cypress se encontraba a dos golpes del duodécimo puesto y, aunque puede que mañana salga a tres o cuatro golpes del objetivo, no parece un listón inalcanzable, mucho menos en su caso.
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Hoy, de todos modos, y a tenor de las declaraciones que ha realizado nada más terminar la vuelta, las cuentas no le salían pon ningún lado. Dicho de otro modo: Woods estaba convencido de que un registro en torno a esos 67 golpes debía haberle llevado mucho más arriba en la tabla. “Es difícil de entender cómo estamos jugando tan bien”, señalaba entre divertido y sorprendido.
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Al respecto, en efecto, hay que señalar que los resultados en tierras de Illinois siguen siendo notables esta semana, en líneas generales. No deja de llamar la atención que en este campo, realmente largo y correoso, quizá haya que llegar a un resultado en torno a -20 el domingo para llevarse el triunfo. Sin embargo, las condiciones de juego, sobre todo por los chaparrones que ha recibido el verde, han ayudado a los jugadores, que están maniobrando en unos greenes tiernos que están recibiendo muy bien, mientras la bola sigue rondando con mucha nobleza sobre ellos. Dales a estos tipos la mano y seguro que te cogerán el brazo…
Matsuyama vuela, Jon resiste y Tiger y Rafa, en el alambre
Tiger, desde luego, ha jugado muy bien. En ningún caso puede decirse que haya pateado mal, pero con un poco más de chispa, oportunismo y acierto en los greenes, hasta podía haber reventado el campo y haberse acercado aún a la meta, porque de tee a green ha trabajado muy bien sus oportunidades y la verdad es que se ha dejado unas cuantas opciones razonables por el camino.
Rafa Cabrera Bello (-1), por su parte, hoy ha dicho adiós a sus opciones de meterse en el último playoff, entre los treinta mejores. El canario necesitaba quedar esta semana en torno a la tercera o cuarta posición y su tarjeta de 74 golpes lo ha alejado demasiado. No se puede decir que no lo haya intentado, pero un triple bogey en el hoyo 11 terminaba de sentenciarlo. Antes de este patinazo (fallaba la salida y luego se liaba en el rough, alrededor del green) ya le habría hecho falta haber enchufado algún purito de media distancia (ocasiones tuvo para ello) para animar la ronda y meterse de verdad en la faena de la remontada.
