Tiger Woods compareció ante los medios de comunicación en la jornada para la prensa que organiza el PGA Championship, último grande del año que se celebra del 7 al 10 de agosto en el Oakland Hills de Michigan, y que este año celebrará su nonagésima edición…
Tiger hizo repaso de la actualidad, habló de su amiga Annika Sorenstam, de su rodilla y de las rodillas de los demás, de sus esperanzas para el U.S. Open y de sus secretos, algunos muy jugosos, en el campo de golf:
¿Vas a venir aquí a practicar varias veces antes del torneo?
Normalmente es lo que hago. Normalmente juego en el campo donde se juega un major antes de la semana de competición para echarle un vistazo. Especialmente si hay cambios. No lo hago en Augusta a menos que haya cambios. Normalmente voy pronto a donde se juega el U.S. Open o el PGA. Tampoco lo hago con el British Open. Allí sólo voy la semana de competición.
¿Qué te ha parecido el anuncio de Annika Sorenstam?
Me alegro por ella. Es algo de lo que hablaba últimamente. Es algo totalmente diferente para los hombres y para las mujeres. Ella está en un momento de su vida en el que quiere crear una familia. Annika es el tipo de persona que no hace nada a medias. Si no puede dedicarse a jugar plenamente y a ser la número uno del mundo, prefiere no hacerlo. Cuando hablé con ella estaba muy feliz. Lo noté en su voz. Está muy contenta con su decisión.
Mucha gente piensa que el swing de golf no supone un gran esfuerzo ¿Podrías explicar la presión que pone sobre tu cuerpo en general y sobre tu rodilla en particular?
Por lo que respecta a la fuerza del swing, mucha gente no se da cuenta de que la mayoría de los jugadores están un poco tocados físicamente. Pero generalmente no es la rodilla izquierda. Normalmente es la cadera izquierda, la cadera derecha, la parte baja de la espalda, el cuello, los hombros, las muñecas, los codos … esas son las lesiones más comunes. Y algunos incluso tienen problemas más graves. En mi caso ha sido la rodilla izquierda. Ese parece ser el punto donde la fuerza de mi swing ha causado el problema. Y es una de las razones por la que Hank y yo hemos hecho cambios a través de los años … para tratar de aliviar parte de esa presión. Para poder jugar durante más tiempo. Y ha funcionado, pero llevo jugando al golf prácticamente 30 años.
¿Cómo te estás preparando para el U.S. Open?
He estado practicando bastante. He empezado a jugar algunos hoyos … Mis sesiones de prácticas han aumentado. Han empezado a ser un poco más intensas. He hecho prácticas un poco más largas. Y de momento todo está en su sitio, lo cual es una buena señal. Ahora se trata de volver a recuperar las sensaciones de volver a jugar y esperemos que todo vuelva a la normalidad el jueves.
¿Qué expectativas tienes para Torrey Pines? ¿Estás al cien por cien?
Creo que estoy llegando a ese punto. Creo que mi pierna está más fuerte. Esperemos que esté al cien por cien, pero si no lo está, tampoco es el fin del mundo. He ganado torneos en ese estado. Se trata de salir y coger el ritmo competitivo. Tengo que hacerlo más rápido que hace un par de años en Winged Foot. Tardaba en coger el ritmo competitivo tres o cuatro hoyos en cada ronda. No se puede hacer eso. Tengo que coger el ritmo desde el primer tee y meterme en la ronda rápidamente.
¿Has seguido el circuito?…
No he visto demasiado golf, a menos que alguno de mis amigos estuviera jugando, con posibilidades de ganar. Hice un pacto conmigo mismo hace años de que no vería golf en la televisión a menos que alguno de mis amigos estuviera con posibilidades. Este tipo de cosas me ayuda a apartarme un poco de todo. Pero si alguno de mis amigos está con posibilidades, me pego al televisor.
¿Que sensaciones te produce el PGA Championship que no tiene el Masters u otros majors?
Es el último del año. No diría que existe un cierto sentido de urgencia, pero sabes que es el último. No hay ningún otro major para el que prepararse después de ese … Especialmente los años en que no has ganado ningún major … y yo considero que un año con un major es un gran año. Puede convertir un año bueno en un año excelente. Y es tu última oportunidad. Y a veces quieres añadir otro. Quieres tener un año increíble.
¿Podrías explicar en qué consiste la fuerza mental y cómo se puede adquirir?
Se puede explicar en cosas como que nunca te rindes. Nunca cedes ante nada. No aceptas nada que no sea lo mejor para ti mismo. Siempre puedes tratar de ser mejor. Y para adquirirla … Yo quería ser más duro cuando era un niño porque sabía que no tenía la habilidad física para jugar al golf. Los chicos contra los que jugaba llegaban más lejos y eran más grandes que yo. Yo era muy pequeño, muy frágil, muy delgado. Y lo único con lo que podía contar en el campo de golf era mi mente. En plan estratégico, mi padre y yo empezamos a trabajar en estrategia en el campo, en cómo ser más duro y no dejar que las cosas me afectaran.
En los domingos de competición tiene que ser una ventaja saber que lo has logrado antes. ¿También vale para los domingos de un major?
Sin duda alguna. Sin duda alguna. Poder decir que lo has logrado antes … Algunos dicen que ya lo han logrado, pero ha sido cuando eran junior o amateur, o en un mini tour, o incluso en un torneo regular del circuito. Pero los nueve últimos hoyos de un domingo de major, o un domingo en general, es algo totalmente diferente. La presión es inmensa. Tienes que enfrentarte a diferentes emociones. Sabes que no puedes cometer errores como en un torneo normal. Los errores se magnifican. Y hay que minimizar los errores, y aguantar y ganar a todos los demás.
¿Podrías explicar cuál es tu último pensamiento antes de patear, antes de iniciar el movimiento del putter hacia atrás?
No te podría decir cuál es el último pensamiento. Puede ser una línea, o un punto, o una sensación, es diferente en cada putt. A veces veo un pasillo, otras veces me fijo en un punto. Es más fácil acertar en un punto. A veces estoy trabajando la velocidad, y otras veces lo veo y simplemente lo tiro. Cada putt es diferente. Pero cuando tienes la certeza de que cada putt va a entrar … Es una sensación muy dulce. Independientemente de la velocidad que lleve el putt, que puede pasarse tres o cuatro pies del hoyo o se va a parar al borde. Independientemente de cuál sea la velocidad, el putt va a entrar. Esos días son estupendos.
