Tiger Woods (-7) volvió a ser uno de los grandes protagonistas en la segunda ronda del TOUR Championship, último torneo de la temporada del PGA Tour. El californiano, con un birdie en el último hoyo, logró dar caza a Justin Rose (-7) para llegar colíder al fin de semana en Atlanta. Un dato que, echando un vistazo a las estadísticas de su carrera, tiene mucho significado.
Desde el año 2000, el Tigre ha logrado terminar como líder o colíder en las dos primeras rondas de un mismo torneo en 13 ocasiones. De esas 13, en 12 terminó llevándose la victoria final -sólo falló en el PGA Championship de 2009-. Casi nada. Cierto es que el Woods arrollador de principios de siglo no es el que trata ahora de recuperar el tiempo perdido, pero este año ha dado muestras de ir cada vez a mejor y su victoria número 80 en el circuito parece cuestión de tiempo.
Así, el californiano se resiste a dejar pasar la 2017-18 sin levantar un trofeo. Aunque en su última oportunidad, esta final de la FedEx Cup, tendrá que batallar con lo mejor de cada casa para lograrlo. Comenzando por Rose, vigente Número 1 del ranking mundial, y continuando por talentos del nivel de Rory McIlroy (-5), Justin Thomas (-4) o Jon Rahm (-4), entre otros.
.@TigerWoods birdies the 18th hole at the @PlayoffFinale.
He’ll enter Round 3 tied for the lead with @JustinRose99.#QuickHits pic.twitter.com/QPMjOz6gGO
— PGA TOUR (@PGATOUR) 21 de septiembre de 2018
El de Barrika contaba ayer, tras finalizar su primera vuelta al East Lake Golf Club, que su tarjeta de 68 golpes colmaba por completo sus expectativas después de una semana complicada, en la que una visita al dentista le dejó prácticamente sin posibilidad de ingerir alimentos sólidos hasta el día antes de que diera comienzo el torneo.
Visto su rendimiento en los primeros nueve hoyos de hoy, todo apunta a que ayer, una vez subsanados sus problemas dentales, debió cenar un chuletón, como mínimo. El campeón vasco cerró la primera mitad del campo con un impresionante marcador de 30 golpes, con seis birdies y bogey. Llegó a ser líder de la clasificación en este TOUR Championship. Aunque en el tramo final de su vuelta, flaqueó.
Dos bogeys, en el 10 y en el 14, y sobre todo, un doble bogey, en el 15, frenaron sus intentos de terminar el viernes empatado o incluso por delante de los actuales líderes. Pero un muy buen birdie en el 18 le permitió arreglar su vuelta para igualar el 68 del jueves y ponerse cuarto empatado, a sólo dos impactos de Tiger y Rose. Sin duda, una buena manera de llegar al fin de semana.
12 putts total. Five over 10 feet.
• 22 feet
• 20 feet
• 15 feet
• 12 feet
• 10 feet@JonRahmPGA co-leads the @PlayoffFinale. pic.twitter.com/EyRFO7HYlM— PGA TOUR (@PGATOUR) 21 de septiembre de 2018
Los mejores del día en Atlanta fueron Billy Horschel (-4) y Patrick Cantlay (-4), con sendas tarjetas de 65 golpes para igualar a Jon y Thomas y meterse también en la pelea. Y en la lucha por la FedEx Cup, este viernes sirvió para complicar aún más las cosas a Bryson DeChambeau (+6), que con un sorprendente 75 entierra prácticamente todas sus opciones de mantener el primer puesto con el que arrancó el torneo el jueves.
Rose sería, a día de hoy, el ganador final del PGA Tour 2017-18, embolsándose en millonario premio de 10 millones de dólares. Aunque le conviene no relajarse porque Tiger, que comenzó el evento en el puesto 20 de la lista de puntos, es ya segundo según las proyecciones y tratará de aprovechar el menor descuido del golfista británico para dar la campañada en su vuelta a los playoffs.
Para empezar, el Tigre hoy ha dejado su sello con el drive más largo de la semana en el East Lake, de 337 yardas, y una ronda muy sólida con cinco birdies, un bogey y un doble bogey, para firmar una tarjeta de 68 golpes. El fin de semana en Atlanta promete ser de los que hacen afición…
