Ayer, a eso de las 8.40 hora local, Tiger Woods llegó al Ridgewood Country Club de los suburbios de Nueva York. Lejos queda ya el revuelo que le acompañaba a diario en Bellerive, hace un par de semanas. Aquí, donde desde mañana se disputa el THE NORTHERN TRUST, primer playoff de la FedEx Cup, apenas le esperaban un puñado de fieles admiradores para darle la bienvenida.
En este torneo, Tiger arranca un tramo de la temporada en el que podría disputar cuatro torneos en cinco semanas. Ya se ha comprometido con los tres primeros playoffs. «Eso me debería servir para meterme en el Tour Championship de Atlanta, y después viene la Ryder…», dijo Woods, cada vez más confiado en poder representar al equipo estadounidense en París como jugador.
«Se trata de ir marcándome mi propio ritmo y asegurarme de no entrenar en exceso, no pasarme, y que mi programa de entrenamientos vaya bien. Es una de las cosas más difíciles a las que me estoy enfrentando este año, tratar de encontrar el equilibrio adecuado, y a medida que avanza el verano me he sentido cada vez un poco mejor», reconoció el Tigre en su primera atención a la prensa del torneo.
Lo primero que hizo Rafa Nadal tras ganar en Toronto fue ver… cómo iba Tiger Woods
Después de su brillante actuación en el PGA Championship, donde logró el segundo puesto y estuvo peleando por la victoria casi hasta el final, Tiger se tomó unos días de descanso. Se le pudo ver en Juniper, donde reside, acompañando a sus hijos en sus entrenamientos de fútbol. Ahora, su cabeza está en los playoffs y, cómo no, en la Ryder Cup de Le Golf National, a finales de septiembre.
«A principios de año le dije al capitán que quería ser parte del equipo, pero no sólo como vicecapitán, sino también como jugador. Estoy muy cerca de lograrlo. Ha sido un año muy largo y uno de mis objetivos era formar parte de ese equipo. Para conseguirlo tienes que ser uno de los 12 mejores jugadores, y creo que la tendencia me lleva a eso», confesó Tiger.
Después de su paso por la sala de prensa y de firmar algunos autógrafos, Woods se dirigió al campo de prácticas. Esta semana es especial para él. Vuelve a unos playoffs de la FedEx, competición que ganó por última vez en 2009 y que no disputa desde el año 2013. Y lo hace en un gran momento, tras una temporada con cinco top ten y varias opciones de victoria.
El efecto Tiger Woods llega a las audiencias de televisión en Estados Unidos
Unos resultados que superan sin duda todas las expectativas del Tigre: «Sí, sin ninguna duda. Sólo esperaba poder jugar al golf con mis hijos y mis amigos en casa. Nunca pensé en el circuito, y ahora estoy compitiendo de nuevo en los principales torneos y he tenido un par de oportunidades claras de volver a ganar… Así que es muy especial para mí tener esta nueva oportunidad».
Con 79 victorias en el PGA Tour y 14 majors, son pocos los récords que se le resisten a Woods. Y en los últimos años no ha querido hablar mucho de ello. Pero este nuevo Tiger parece muy seguro de sus posibilidades y no duda en apuntar, por ejemplo, a las 82 victorias de Sam Snead en el circuito, uno de los registros que sueña con batir, como paso previo a los 18 majors de Jack Nicklaus…
«Para llegar al registro de Jack tengo que batir primero el de Snead. Es pura matemática. Para igualar los 18 majors de Nicklaus tengo que superar las 82 victorias de Sam y es algo que quiero que suceda. Estoy muy cerca. Tuve ocasión de ganar torneos este año. Así que creo que si sigo dándome oportunidades, lo conseguiré», finalizó Woods.
