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Tiger Woods: «Me habría gustado jugar el British Open en Royal Birkdale»

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ImageTiger Woods volvió a la actualidad al comienzo de esta semana con un comunicado –una especie de carta a sus seguidores– que publica periódicamente en su página Web…

Felicitó a Anthony Kim por su victoria en el AT&T National, el torneo de Tiger, explicó con más detalle su preparación o, más bien, su falta de preparación para el U.S. Open, y la odisea que vivió durante esa dolorosa pero gratificante semana. Este es un resumen de lo que Tiger quiso compartir con los aficionados.

"Quiero felicitar a Anthony Kim por su victoria en el AT&T National. Jugó una ronda casi perfecta el domingo en el Congressional Country Club, de 65 golpes sin bogeys, en un campo difícil. Cuando puedes hacer algo así en un gran campo como este, no es por casualidad. Llamé a Anthony para felicitarle. Le dije que siguiera trabajando y que el cielo es el límite. No hay motivo para pararse ahora.

Por lo que a mi respecta, ha sido difícil tener que ver el AT&T National en televisión. Es mi torneo y me decepcionó no poder estar allí.

Ganar el U.S. para conseguir mi décimo cuarto major fue un logro extraordinario. Tengo que reconocer que fue la mayor victoria de mi carrera. Algunos hablan del Masters de 1997, pero para mí como jugador, el U.S. Open fue más difícil. Todavía no sé como lo hice. ¿Por qué lo hice? ¿Soy así de testarudo?

Las tres razones por las que jugué son porque era Torrey Pines, un lugar donde crecí jugando y he tenido muchos éxitos; porque me sentía muy cómodo en el campo y conocía los greenes; y porque sabía que iba a ser mi último torneo del año.

Cuando me hicieron la artroscopia después del Masters, sabía que mi ligamento cruzado anterior estaba roto. Estaba intentando terminar la temporada y someterme a cirugía reconstructiva. Desafortunadamente, me hice dos fracturas por estrés durante la rehabilitación y eso lo retrasó todo.

Cuando el dolor aflojaba, podía dar cuatro o cinco bolas, pero luego me tenía que sentar en el carro porque las fracturas por estrés me dolían mucho. Luego daba unas cuantas bolas más y me iba a casa para el resto del día. Así es como me preparé para el U.S. Open. 

Realmente no tenía un golpe de emergencia porque no estaba seguro de dónde iba a venir el dolor. Di un golpe con el pitch de 40 yardas y creí que me caía. El sábado lo pasé mal, pero el domingo fue peor todavía.

¿Qué si lo haría de nuevo? Probablemente. El día después del torneo mi rodilla estaba acabada. No podía dejar de cojear. Es increíble lo que la adrenalina puede hacer en un sistema.

Realmente me habría gustado jugar el British Open en Royal Birkdale, donde acabé tercero en 1998, y defender mi título del PGA Championship en Oakland Hills. 

Me he pasado las mañanas viendo Wimbledon, por la tarde viendo el AT&T, y por la noche las pruebas preparatorias para los Juegos Olímpicos. También leo y juego video juegos.

Mirando hacia el 2009, no tengo ni idea de cuando volveré a la competición. No tengo fecha fija.

Lo bueno es que las fracturas por estrés se están curando. Si no hubiera jugado el U.S. Open, estarían casi curadas. 

Me han preguntado si consideraría ser ayudante del capitán para el equipo de Estados Unidos para la Ryder Cup de septiembre. No lo haría por dos razones: porque no estoy en el equipo y porque el torneo debe centrarse en quienes compiten y en la propia competición. Les estaré animando a voces".