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Tiger Woods recupera sensaciones olvidadas

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Tiger Woods se ha dado una alegría hoy en la primera vuelta del The Greenbrier Classic. Falta le hacía. El norteamericano ha soltado una parte del lastre que llevaba acumulado en las últimas semanas con una muy buena tarjeta de 66 golpes al recorrido The Old White, un par 70 que cada año propicia resultados muy bajos.

Es el primer 66 de Tiger desde la tercera ronda del WGC Cadillac Championship 2014. Ya ha llovido. Han pasado exactamente quince meses. En relación al par, es decir, cuatro bajo par, es su mejor registro desde la tercera ronda del Masters, cuando hizo 68 golpes en el Augusta National. Es su primer 66 en la primera ronda de un torneo desde el BMW Championship de septiembre de 2013. Un dato más: es la tercera ronda por debajo de 70 golpes de la temporada (ha jugado 17) y la primera vez que lo hace desde el citado 68 de Augusta. Es decir, doce rondas de golf después.

Tiger ha firmado siete birdies, un bogey y un doble bogey. De momento, se ha situado en el top ten del torneo, aunque queda todo el turno de tarde por acabar y lo más normal es que acabe más cerca del top 15 que del top 10. El líder provisional es Scott Langley (-8) y sólo en el turno de mañana hay siete resultados mejores que el de Woods.

Woods deja atrás en cierto modo con esta tarjeta su pobre actuación en el US Open. Ha cogido 10 calles y 14 greenes, aunque la gran diferencia hoy ha estado en el putt. Ha sacado casi tres golpes de media al resto de jugadores con el putter, sólo respecto al turno de la mañana. Ha embocado hasta en siete ocasiones desde una distancia clave en golf que va de los dos a los seis metros. Aquí es donde se hace realmente resultado y Tiger ha estado inspirado. Sólo ha fallado un putt realmente corto, fue en el 5, de metro y medio, en el resto se ha mostrado muy certero.

Sea como fuere, la clave de la vuelta ha estado en su reacción al doble bogey. Se ha producido en el hoyo 6, justo después de fallar el putt corto de birdie de metro y medio y cuando enfilaba la recta final de la jornada. En este hoyo sí ha recordado a la versión de Tiger más gris. Fallaba la salida, se marchaba al búnker corto de green de dos y su tercer golpe era un filazo que se cruzaba el green de parte a parte para acabar en el rough del fondo. Desde ahí, otro mal approach, de nuevo en el rough, un chip más y un muy buen putt aún para salvar el doble bogey de dos metros.

Había llegado el desastre, pero Tiger lo digirió a las mil maravillas terminando con tres birdies consecutivos. En el hoyo 7 pegó un golpazo que se dejó el birdie hecho (el putt más corto del día) y en el 8 y en el 9 terminó con dos muy buenos putts de birdie de más de cinco metros.

Tiger decidió marcharse a Bahamas a bucear después de su mala actuación en el US Open. El descanso no le ha venido nada mal. Ahora resta por comprobar si esta vuelta realmente es el comienzo de algo o un simple fogonazo.

La tarjeta de Tiger Woods