Jon Rahm (-1) estaba visiblemente decepcionado tras fallar el corte en el Fortinet Championship. No es algo a lo que esté precisamente acostumbrado. Admite que no ha jugado bien y que no ha sabido adaptarse a las condiciones de un campo duro y rápido. Eso le ha hecho cazar menos calles de lo habitual y le ha impedido ser más preciso en sus golpes a green. El putter tampoco ha ayudado. Ha sido una mala semana y como tal toca digerirla, prestándole atención y analizándola, pero sin obsesionarse ni encender ninguna alarma antes de la Ryder.
El balance del Fortinet y las razones de ese corte fallado… «Es muy simple, no ha sido mi mejor semana de tee a green, tampoco ha sido muy mala y podría haber sido mejor en los greenes. Quizá he cometido un par de errores mentales en dos approachs en los que debería haber estado más concentrado, haberlos visualizado mejor, pero me he dejado mucho en los greenes. He tirado muy buenos putts en los hoyo 10, 11, 13, 15 y 17, pero no ha querido entrar ninguno. Seguramente no he cogido bien la velocidad, pero han estado cerca de entrar. Ayer no metí lo suficiente. Me dejé demasiado a menos de tres metros. Es una pena empezar la temporada en el PGA Tour con una de mis peores vueltas en mucho tiempo, pero es lo que toca. El campo estaba difícil y yo tenía que haber jugado mejor».
Tranquilidad con vistas a la Ryder Cup… «Con los problemas de estómago que he tenido no he conseguido descansar bien y mi cuerpo ha estado un poco más rígido de lo habitual, aunque hoy me he sentido bien, no es excusa. Voy a descansar un par de días más y a tratar de averiguar lo que ha pasado con mi swing. No creo que técnicamente haya habido nada malo. Creo que hay golpes que han parecido peores de lo que realmente eran porque el campo está complicado, duro, rápido, no es fácil coger calles. Seguramente mi juego podría haber recibido algo más de recompensa, pero es lo que hay».
