Tiger Woods firmó ayer en el Farmers Insurance Open la primera vuelta más alta de su carrera en una temporada. Su tarjeta de 76 golpes supera con creces al 73 que hizo en el Waste Management Phoenix Open de 2015. Tiger no jugó bien y todo le salió al revés. Su ronda fue un campo de batalla.
Su juego largo fue un castigo… «Fue una pelea constante. No le pegué bien. Estuve en el rough la mayoría del tiempo y eso aquí es muy duro».
Le costó mantener la concentración… «Joey me estuvo diciendo todo el día que me mantuviera paciente, pero admito que no le hice caso siempre, pero sí lo di todo por tratar de mantener la bola en juego y hacer resultado».
El plan salió justo al revés… «Después de once hoyos estaba uno bajo par. Era un buen resultado con los dos pares 5 por delante. En ese momento pensaba que podía hacer un buena vuelta, pero todo salió al revés. Estuve encadenando errores y problemas uno detrás de otro. No cogí calles y tripateé en el 13».
Lento ritmo de juego… «Ha sido extraño porque hemos jugador mucho más lento de lo habitual, no sé por qué. Hemos tenido que esperar mucho y hemos hablado entre nosotros bastante para matar el tiempo entre golpe y golpe. No fue el rtimo de juego normal».
Esperanzas… «Espero encontrarme mejores greenes en la segunda vuelta, mejores condiciones y pueda hacer una buena ronda. Yo lo voy a dar todo por intentar pasar el corte».
