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Victoira de Tony Finau en el Northern Trust

Tony Finau resuelve al fin el enigma permutando los papeles con Jon Rahm

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Tony Finau posa con el trofeo de ganador del Northern Trust. © PGA Tour
Tony Finau posa con el trofeo de ganador del Northern Trust. © PGA Tour

Tony Finau (-20) ha ganado el Northern Trust, primer play off de la Fedex Cup, tras batir a Cameron Smith (-20) en el primer hoyo de un desempate al que no pudo llegar Jon Rahm (-18), que otra vez, como hace dos años en este mismo campo, dilapidaba su renta de líder en el tramo final del Liberty National.

El bombardero de Utah al fin ha resuelto uno de los grandes enigmas de la historia reciente del golf, que tenía que ver precisamente con el cómo y el por qué este jugador se había quedado atornillado en aquella primera y única victoria suya de hace más de cinco años en Puerto Rico. No cuadraba tan escasísimo bagaje en semejante perfil de jugador, poderoso y exuberante, pegador impenitente y verdadero ‘destroyer’ con cualquier hierro en las manos. Las estadísticas, es cierto, quizá no siempre nos den la razón, que son muy puñeteras, pero al final del día, si Finau está en el campo, uno siempre se queda con la diáfana sensación de que nadie las deja más cerca del hoyo tantísimas veces…

¿Se abre una nueva era para Finau? Pues así debería ser, una vez aprendida la lección. Y mucho cuidado, porque hay que insistir en que a este jugador, que el mes que viene cumplirá 32 años, sólo se le adivinaba un defecto de peso, como era esa engorrosa incapacidad que mostraba una y otra vez para rematar los torneos. Baste este botón de muestra: desde aquella victoria en Puerto Rico en marzo de 2016 acumulaba hasta diez segundos puestos, tres de ellos este mismo año 2021 (Farmers, Arabia y Genesis).

Lo cierto es que, durante buena parte de esta última jornada, era Jon Rahm quien parecía llevar las riendas y el control, hasta donde es posible o razonable en un torneo de golf, y eso a pesar de no embocar para birdie absolutamente nada que no fuera un putt de menos de un metro. Se le había congelado el putter en el momento menos oportuno. Los greenes del recorrido de Jersey, azotados por el temporal, estaban más lentos, distintos, y enseguida quedaba claro que el español no era quien mejor se estaba adaptando a las nuevas circunstancias. Su juego fluía de tee a green con suficientes (y hasta sobradas) garantías de éxito, pero luego sólo era capaz de hacer resultado cuando se dejaba dado o casi dado el birdie.

Com todo y con eso, todavía se plantaba en el último tercio de la ronda al mando de las operaciones, pero precisamente en ese momento ‘intercambiaba’ con Tony Finau los papeles habituales de cada cual en la tesitura definitiva, en la hora de la verdad.

Finau hacía de Rahm: eagle dado en el 13, purazo de birdie embocado en el 14, aprochito de manual y birdie en el 16 y magníficos putts delicados de par en los hoyos 15 y 18.

Y Rahm, de alguna manera, hacía de Finau, errando un putt decisivo para salvar el par en el 15 desde unos dos metros y también las salidas en los hoyos 17 y 18. ¿Cuántas veces hemos visto al de Utah dilapidar sus opciones con errores de este tipo en el tramo final o en la última jornada de un torneo? Esta vez no. Incluso en el hoyo de desempate presionaba a Smith con una salida potente y al sitio en el 18 y era el australiano quien entregaba la cuchara enviando su bola fuera de límites.

En honor a la verdad y con el cuaderno de notas en la mano habría que matizar que, tal y como iban las cosas, Jon perdía de verdad el torneo en esos dos putts de birdie que fallaba en los hoyos 9 y 10, desde dos metros largos en el primer caso y metro y medio en el segundo. Había jugados sendos hoyos de manera magistral y era un momento en el que incluso podía haber llevado a tres o cuatro golpes su ventaja en el liderato. Pero ya ha quedado dicho: al de Barrika no le entraba absolutamente nada y así es poco menos que imposible. Después, es verdad, el bogey en el 15 después de irse al mismo bunker que visitó en 2019 para perder sus opciones de victoria, lo dejaba muy tocado y al límite, pero la realidad objetiva es que, en circunstancias medio normales, Jon podría haberse permitido ese error y seguramente alguno más.

Los estándares a los que nos viene acostumbrando el vasco son, en todo caso, deslumbrantes: de nuevo luchando hasta el final por el triunfo y firmando un tercer puesto que sabe a poco. Concluyamos señalando que el botín que se lleva de Jersey no es poca cosa: ha alcanzado el número dos de la Fedex Cup (venía como número cinco) y afianza aún más su Número Uno mundial. Seguro que a él no le sirve de consuelo y es probable que, precisamente por ello, en apenas unos días lo tengamos de nuevo ahí arriba en el BMW, segundo play off, a la carga y percutiendo. Como si no hubiera un mañana.

Consulta aquí los resultados finales del Northern Trust