Cualquiera diría que el putt de Sergio García (-3) ha cobrado vida este viernes en la segunda ronda del Safeway Open y le ha hecho pagar al jugador de Borriol años de sufrimiento y calamidades. Como si fuera un amigo despechado, cruel y vengativo que todavía no le hubiera perdonado algo que sucedió cuando apenas eran unos críos. El único putt de más de un metro y 80 centímetros que ha metido Sergio en los 36 hoyos disputados en el estreno de la temporada del PGA Tour ha sido el último, en el 18, el hoyo 36, para birdie y desde cinco metros y medio… Cuando ya nada valía. Cuando ya nada se podía hacer para pasar el corte. Con nocturnidad y alevosía. Con mala baba. Con recochineo…
Sergio se encuentra de nuevo un muro desesperante en los greenes
No obstante, salvo que todos hayamos perdido ya la cabeza, y por mucho que la de Sergio ha estado al límite más de una vez con este asunto, estaremos de acuerdo en que el putter no tiene vida propia y no es capaz de hacer cosas a voluntad. No se trata de ninguna venganza, ni mucho menos de un plan urdido de forma malévola. Realmente, lo que se ha visto hoy en el recorrido Norte del Silverado Resort es un interesante hilo del que García podría tirar en las próximas horas…
Es tremendamente significativo que este viernes a Sergio se le hayan vuelto a escapar hasta siete opciones de birdie o par de entre dos y cinco metros. Si las unimos a las nueve del jueves, el balance es de un demoledor cero de 16. El golfista de Castellón ha tenido una clara oportunidad en más de uno de cada dos hoyos que ha jugado, pero apenas ha metido uno de birdie en el 16 de un metro y 80 centímetros y el citado de cinco y medio en el 18. Esto, disculpen ustedes, no hay tarjeta que lo resista ni cabeza que lo aguante.
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Y es que quizá ahí está el quid de la cuestión. Parece una conclusión fácil, pero a veces nos cuesta ver lo que resulta más evidente. ¿Y si al final todo el atasco de Sergio García con el putter es más mental que otra cosa? Esto explicaría que el único que ha metido haya sido justo el último, el que ya no valía, donde ya no había presión por buscar un resultado, sacar rendimiento a un buen juego, pasar el corte o intentar meterse arriba en una clasificación. Era un putt intrascendente y quizá por eso es el que ha tirado más liberado.
Obviamente, la respuesta a esta pregunta sólo está en la cabeza de Sergio García. Desde fuera es la sensación que trasmite. No parece tanto una cuestión de grip, técnica o modelo de putter como de recobrar la confianza y desbloquear la mente. Quizá éste es el hilo del que deba tirar el jugador español en las próximas horas antes de enfrentarse al monstruo de Winged Foot para el US Open.
No tiene desperdicio punto por punto lo que cuenta Sergio García…
Hablando del US Open y Sergio García. La mala noticia es obvia y ya está puesta sobre la mesa. Pateando así es imposible ser competitivo. Pero el Safeway Open también deja una buena noticia. Si hay un torneo donde el juego largo es más importante que el putt, ése es el US Open, sobre todo, si está preparado para una masacre como dicen en la USGA. Jugando de tee a green como está haciendo Sergio se hace difícil hacer bogeys. Es evidente que para ganar no es suficiente salvo que mejore el putt, pero sí puede sobrevivir cogiendo calles y cazando greenes a la espera de que las musas de la confianza hagan su trabajo.
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Su hoyo 9 hoy en el Safeway es una buena demostración del momento de Sergio: drive espectacular por encima de las 320 yardas, segundo golpe prodigioso de 243 yardas y bola a metro y medio del hoyo. Un eagle por derribo. Porque de otra manera parecía imposible esta semana.
El corte del Safeway Open se ha cerrado finalmente en -5 y ha dejado fuera también a Rafa Cabrera Bello (PAR). El problema del canario tiene alguna arista más que el de Sergio. El juego largo de Rafa, el gran sustento durante toda su carrera, no anda engrasado. Le está costando cazar calles y greenes y se está metiendo en demasiados problemas. Se va salvando aquí y allá con algún que otro putt muy bueno embocado y un brillante juego corto en algunos momentos, no siempre. Hace tiempo que Cabrera Bello no disfruta de una de esas rondas de golf sólidas y consistentes de principio a fin en las que era difícil verle cometer un error. De momento, sigue navegando por aguas turbulentas a la espera de encontrar la calma. Lo bueno con Rafa es que ya se sabe que no va a dejar de buscar y trabajar. Y él más que nadie tiene claro que el clic que cambia las dinámicas se produce muchas veces de la noche a la mañana. Aún tiene tiempo antes del US Open.
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El líder del Safeway Open es Sam Burns (-15), con dos golpes de ventaja sobre Harry Higgs, autor de la vuelta del día (62 golpes) y del golpe de la temporada (permitan la gracia por aquello de llevar sólo dos rondas). Ha hecho albatros en el hoyo 9. Phil Mickelson (-6) logró pasar el corte con una gran vuelta de 67 golpes. También estarán el fin de semana los jóvenes Akshay Bhatia (-6) y Sahith Thegaala (-5) y los latinos Carlos Ortiz (-7), Emiliano Grillo (-7), Nelson Ledesma (-7) y Jhonattan Vegas (-6). Por contra, Jordan Spieth ha fallado el corte.
