Rafa Cabrera Bello no consiguió los puntos suficientes para acabar la temporada regular del PGA Tour entre los 125 mejores. El canario realmente se quedó muy cerca, a sólo 18 puntos, que son los que, para que se hagan una idea de las apreturas, se lleva normalmente el jugador que acaba 38º en solitario en un torneo normal del circuito americano. Exactamente, Rafa ha finalizado el 129º de la FedEx Cup lo que significa que seguirá teniendo la tarjeta, pero cambiará su categoría el próximo año. ¿En qué medida le puede afectar este ‘descenso’? Vamos a tratar de explicárselo con un ejemplo…
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Rafa tenía antes la categoría de aquellos que terminan entre los 125 mejores del PGA Tour. Esto significa que a la hora de entrar en los torneos sólo tenía por delante a los campeones, ya sean de citas regulares, Grandes o WGC, unos pocos de la lista histórica de ganancias y también un número reducido de la lista de miembros de por vida, condición que reciben aquellos que han ganado más de 20 torneos en el circuito americano y que, obviamente, son muy pocos. Después ya viene la categoría de los 125 primeros de la FedEx, por lo que en conclusión podía entrar en todos y cada uno de los torneos del PGA Tour. Sólo debía clasificarse, como es lógico, para los Grandes y los WGC.
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Ahora, tras quedar fuera de los 125 mejores, ha perdido cuatro categorías en el escalafón. Dicho así parece muy grave, pero en realidad son sólo unos pocos jugadores más que se cuelan en medio. Estas categorías son los top 125 de este año que no eran miembros del PGA Tour (Will Gordon y Erik Van Rooyen), las exenciones médicas, que suelen ser tres, cuatro o cinco jugadores cada año, y el número uno del Korn Ferry Tour en 2019. Además, tendría por delante a aquellos que acabaron el año pasado entre los 125 mejores por delante de él y este año no lo consiguieron. Son Kevin Tway, Andrew Putnam, CT Pan, Francesco Molinari, Jim Furyk y JB Holmes. Sin embargo, se da la circunstancia de que todos ellos tienen categoría de ganadores, por lo que no le quitarían posiciones en su nueva categoría a Rafa.
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Así las cosas, Cabrera Bello tendrá el año que viene un estatus similar al que habitualmente en un curso normal sin pandemia tiene el top 50 del Korn Ferry Tour. Concretamente, su situación será muy parecida a la que tuvo la temporada pasada el que acabó en segunda posición en el ranking del Korn Ferry Tour en 2018 (cogemos el de hace dos años porque es mejor referencia que el año pasado debido a este extraño año de coronavirus). El segundo en el Korn Ferry Tour en 2018 fue Sam Burns y si analizamos su calendario del PGA Tour en la 2018/2019 lo cierto es que jugó mucho. Concretamente, fueron 26 torneos. Los únicos a los que no entró, más allá de Majors y WGC, cuya clasificación va por otro lado, fueron el THE PLAYERS y la gira asiática de otoño. El resto de torneos pudo jugarlos incluidos los cuatro por invitación: Arnold Palmer Invitational, Genesis Invitational, Memorial Tournament y Charles Schwab Challenge. Rafa podría tener más problemas para entrar en estos cuatro, aunque dependerá también de lo bien que juegue en los primeros torneos de la temporada (hay re-rankings a lo largo del año) y de las invitaciones que pueda conseguir. El canario tiene un estatus lo suficientemente importante como para estar bien atendido por el Tour en este aspecto.
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Sam Burns acabó esa temporada en el puesto 94 de la FedEx Cup y tuvo los derechos completos para el año siguiente. Realmente, si vemos sus resultados tampoco hizo nada del otro mundo para acabar entre los 125 primeros. Su mejor resultado fue tercero en el Sanderson Farms y después sumó otros dos top ten, RBC Heritage y 3M Open.
La conclusión es que Rafa podría perderse el próximo curso algún torneo que querría jugar, como por ejemplo el THE PLAYERS (también podría clasificarse si vuelve a ingresar en el top 50 del mundo), pero en realidad su situación no sufre un cambio tan radical y tendrá opciones más que de sobra para volver a meterse entre los 125 primeros y seguir con normalidad su carrera en el PGA Tour.
