En un sábado extraordinario de golf, con unas condiciones favorables que contribuyeron a ver resultados muy bajos, el estadounidense de origen coreano Kevin Na (-22), de 36 años, dio un paso de gigante hacia la que sería su cuarta victoria en el PGA Tour, segunda en el Shriners Hospitals for Children Open, torneo en el que estrenó su palmarés hace ocho años.
Si el viernes ya había sorprendido con una espectacular ronda de 62 golpes, esta madrugada pulverizó todos los registros firmando una tarjeta de 61 impactos, igualando la mejor de su carrera, y estableciendo un nuevo récord a 54 hoyos en el torneo de la ciudad de los casinos, en la que reside: 191 golpes con un acumulado de 22 bajo par.
Kevin dominó todos los registros del juego, aunque su arma perfecta volvió a ser el putter, con el que ganó una media de 5,6 golpes para sellar una vuelta perfecta, con 10 birdies y libre de bogeys. Una auténtica exhibición completada con una media de 327 yardas con el drive y un 83,3% de greenes en regulación. Absolutamente imparable hacia su segundo triunfo del 2019 (ganó el Charles Schwab Challenge en mayo).
Tony Finau (-15), que había firmado horas antes un fantástico registro de 62 golpes, fue viendo cómo poco a poco era superado en la clasificación con resultados muy bajos: como el de Pat Pérez (-18), que igualó su vuelta de nueve bajo par, o el de Patrick Cantlay (-20), que con su 63 se situó segundo clasificado en solitario, a dos golpes del líder.
Sam Ryder (-17) o Lucas Glover (-17) también tratarán de apurar este domingo sus opciones de pelear por la victoria en un TPC Summerlin preparado para sacar birdies prácticamente de la nada. Mientras que otros jugadores que partían con el cartel de favoritos, como Bryson DeChambeau (-12) o Phil Mickelson (-5) se tendrán que conformar con intentar escalar algún puesto de una clasificación dominada absolutamente por los estadounidenses (13 de los 14 primeros son del país de las barras y estrellas).
