Rory McIlroy (-8) continúa coqueteando con los puestos de arriba en el ahora llamado Cognizant Classic, antiguo Honda Classic. Repite los números de la primera jornada y con otro cuatro bajo par se asienta en el top 10 del torneo y se coloca a tres golpes de un Bud Culey (-11) que justo antes de que la jornada se suspendiera por falta de luz lograba un birdie en el hoyo 18 y se quedaba al frente del torneo en solitario con un golpe de ventaja sobre Garrick Higgo y Austin Eckroat (-10) en PGA National Resort.
La realidad es que Rory no tiene opciones de hacerse con el Número Uno del mundo en este torneo, pero una victoria en Palm Beaches le acercaría y mucho a la cima del ranking mundial. Con un triunfo en este torneo simplemente tendría que superar en la tabla del Arnold Palmer a Scottie Scheffler para recuperar el trono. Todavía queda mucho torneo por delante, pero Rory empieza a oler la sangre y el tiburón norirlandés tiene el colmillo afilado esta semana.
La historia del líder Cauley tiene su aquel. Está jugando su segundo torneo tras casi cuatro años fuera del PGA Tour. Bud tuvo un accidente muy grave de coche mientras competía en Ohio en el Memorial en junio de 2018. Se fracturó seis costillas, se rompió una pierna y un pulmón colapsó. Pudo recuperarse y reanudar su carrera como jugador, pero la lesión en las costillas nunca se curó del todo. En 2020 tuvo que parar por completo y dejar el golf y es ahí donde arrancó un verdadero un calvario de operaciones. El propio Cauley le dijo el año pasado a su mujer que si la enésima intervención no funcionaba sería el momento de buscar otras metas fuera del golf, que lo dejaba. La operación fue todo un éxito y Bud ha podido volver a las canchas gracias a la exención médica que guarda desde el 2020. Tiene 27 torneos para tratar de mantener los derechos de juego. Con semanas como esta parece que no tendrá problemas en mantenerla y quién sabe si podrá lograr su primera victoria en el circuito. El sueño americano.
Tres partidos quedaban sin poder terminar la jornada entre los que se encontraba un Jorge Campillo (-2) que rozaba con los dedos poder superar el corte. Dos torneos y casi dos cortes superados. Decimos casi porque cuando se plantaba en el 18 justo en el límite del corte y tras una gran salida que daba mucha tranquilidad para superar el corte, se suspendió la jornada por falta de luz. De todos modos y falta de menos un hoyo, Campillo sigue sumando y mucho en su temporada de rookie como miembro del PGA Tour. Todo un veterano que sabe lo que es aguardar y esperar con paciencia su momento.
Ayer Jorge firmaba un inicio dubitativo en PGA National y entregaba una tarjeta de par que le colocaban mas allá del top 90. Para darse una oportunidad de superar el corte necesitaba apretar y lo ha hecho por lo civil… y por lo criminal. Es el decimosexto torneo de su carrera valedero en el PGA Tour y tiene en su mano superar el séptimo corte.
Si uno viera la tarjeta de Jorge podría pensar que los nueve primeros hoyos han sido tranquilos tras ocho pares y un birdie. Nada más lejos de la realidad. Tras un buen arranque desde el tee, Jorge se dejaba una oportunidad de birdie de cinco metros que no lograba convertir y en el segundo convertía dos putts para seguir al par del campo. El primer birdie del día llegó de la forma más inesperada y tras fallar la salida en el primer par cinco del día. Jorge tuvo que jugar el segundo golpe a colocarla en calle, y desde ahí buscando bandera se iba a la derecha del green con el tercer golpe dejándose un approach de 20 metros. Ni siquiera el par estaba asegurado cuando las ‘spanish hands’ de Campillo han hecho su magia y ha embocado el chip. Lo dicho, en el hoyo menos acertado ha llegado el birdie, pero es que en la sexta bandera ha salvado el par tras haberse ido al agua. En la tarjeta se apuntaba un par, el sabor era de birdie. Terminaba la primera vuelta uno bajo par, insuficiente todavía para superar el corte.
En los segundos nueve Jorge necesitaba ganar un golpe más al campo y lo lograba nada más empezar, en el hoyo diez. Sin embargo en el once llegó el gran tropezón del día. Doble bogey tras visitar de nuevo el agua, esta vez no pudo esquivar el error y todo volvía a la casilla de salida (par del día) pero con tan solo siete hoyos por delante. Se plantó Jorge en el tee del doce como si no hubiera pasado nada y con un gran putt de siete metros se reponía del error anterior. Necesitaba un acierto más que llegaría en el hoyo 16 tras un hierrazo de 140 metros que ha dejado prácticamente dado y embocaba el putt sin dificultad. Cuando todo apuntaba a que Jorge superaría su segundo corte consecutivo… llegó la bocina y suspensión por falta de luz. Jorge lo tiene en su mano, la bola en calle en el par cinco del hoyo 18 y tras una gran salida de casi 290 yardas. Mañana a partir de las 7 de la mañana hora local jugará un ‘par 4’ con los restantes 225 metros, solo un bogey le apearía del torneo.
Entre los momentos destacados de la jornada nos encontramos con el hoyo en uno que ha logrado Nick Dunlap en lo que se ha supuesto el ace más rápido de la historia. Sólo ha necesitado siete torneos en el circuito para lograrlo. Un chico especial.
