Adam Scott ha dado un sopapo en la cara de todos aquellos que ningueaban su ascenso al Número Uno del mundo porque se había producido después de una semana sin jugar.
Un ninguno bastante injusto, por otro lado. Al fin y al cabo, eso es algo propio del sistema del ránking mundial que el australiano no podía controlar. Sin embargo, lo que sí podía controlar era ganar el primer torneo que ha disputado como Número Uno, y ahí está, victoria al zurrón en el desempate frente a un siempre incómodo Jason Dufner. Scott se ha llevado el Crowne Plaza Invitational disputado en el Colonial Country Club.
El triunfo se produjo en el tercer hoyo del desempate. Venció con birdie tras empatar el primero con par y el segundo con birdie. No ha sido un playoff flojito, no. Al fin y al cabo se cruzaban el heredero del sillón del convaleciente Tiger Woods y el ganador del último PGA Championship.
Scott ha superado la presión de la etiqueta con matrícula de honor. Además, hoy salía a jugar con la presión añadida de que si quedada décimo o peor y Stenson sexto o mejor en Wentworth, cedía el Número Uno. El corte lo pasó sufriendo, es cierto, pero después ha enseñado la placa. Resultados finales.
