Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Una demostración empírica de la mejoría de Rahm en los greenes

Una demostración empírica de la mejoría de Rahm en los greenes

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Jon Rahm. (© Golffile | Phil Inglis)

No hay más que echar un rápido vistazo al ránking mundial congelado desde el estallido del coronavirus para tener claro que Jon Rahm es uno de los mejores jugadores del mundo en estos momentos. Si la clasificación no existiera y sólo tuviéramos la sensación por los torneos que ha jugado en los últimos tiempos, la sensación sería exactamente igual de buena o aún mejor.

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En los últimos 18 torneos, es decir, desde el US Open de Pebble Beach el año pasado, el golfista de Barrika ha logrado tres victorias, once top 5 y su media de golpes es de 68.5. Alucinante. Tanto es así que en el THE PLAYERS tenía una posibilidad, otra más, de colocarse como Número 1 del mundo por delante de Rory. Se habría convertido en el jugador que más rápido alcanza el trono mundial en la historia (arrancó en 1986 la clasificación) después de Tiger Woods y Jordan Spieth. Casi nada. El tiempo se mide desde que se hicieron profesionales.

Si miramos precisamente a toda su trayectoria, resulta que en los 90 torneos que ha jugado por todo el mundo desde que dejó su condición de amateur, ha logrado nueve victorias y ha terminado entre los diez primeros en más de la mitad de las veces. Es decir, su porcentaje de victorias ahora mismo es de un increíble diez por ciento. Rory McIlroy, por ejemplo, estaba en un dos por ciento después de sus primeros noventa torneos, Dustin Johnson en un 4,4, lo mismo que Justin Thomas y Brooks Koepka en un 6,7. También es superior a todos ellos en el porcentaje de top 10.

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Estos espectaculares guarismos los ha conseguido con un juego de tee a green providencial. En las cuatro temporadas que lleva como profesional en el PGA Tour, sólo Rory McIlroy y Dustin Johnson mejoran sus cifras desde el tee. Además, a esta maza que tiene como driver, hay que unirle en los dos últimos años una mejoría más que notable en los greenes.

Hace dos temporadas, Rahm ocupó el puesto 147º en golpes ganados con el putt a pesar de que fue vigésimo en media de golpes. Sin embargo, el año pasado ascendió al puesto 36º y este año, hasta que se paró la competición, era cuarto. Además, en los putts entre un metro y medio y cuatro metros y medio estaba el año pasado en un porcentaje de conversión de poco más del 40 por ciento y ahora se ha colocado por encima del 50 por ciento. Su mejoría ha sido extraordinaria también en evitar los tripateos. Esta temporada es segundo en este apartado, mientras que en los dos años anteriores se encontraba más allá del puesto 150º.

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Rahm siempre ha sido muy bueno. Ya lo era como amateur y no tardó en demostrarlo cuando se pasó a profesional, pero si algo hay que destacar de su evolución es que a pesar de ser uno de los mejores del mundo, nunca deja de superarse a sí mismo.