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Ras de hierba de la última jornada del Sentry Tournament

Una espléndida verbena que sí cuadra con la semana y el torneo

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Jon Rahm y Cameron Smith.

– Es cuestión de gustos, pero por regla general no suelen apasionarnos en esta web especializada los torneos y los campos en los que hace falta llegar a -25, pongamos por caso, para llevarse la victoria. No digamos si además hay que pasar de -30… Es una teoría como otra cualquiera, a gusto del consumidor: en el deporte de los catorce palos el principal rival del jugador es el campo, así que no está de más que el filtro de la exigencia, aquel que de verdad separa en todas las parcelas del juego a los buenos de los muy buenos, se mueva en unos mínimos adecuados.

Seamos justos, en todo caso. La espléndida concatenación de récords, con tres tarjetas de 61 golpes (Thomas, Rahm y Jones), nueva marca a batir en el Plantation course de Kapalua, ha resultado un espectáculo brillante, de auténtica y ‘puñetera’ locura, y confirma al Sentry Tournament of Champions como una de las mejores y más testadas verbenas anotadoras del año, si no la mejor. Y hay que reconocer que, tratándose de un torneo tan especial, con una nómina de participantes tan reducida y que abre la competición cada año como pistoletazo de salida tras el parón invernal, este perfil de torneo tan exuberante y festivo cuadra mejor que en ningún otro momento o situación. Atracón de eagles y birdies para empezar, que ya habrá tiempo de ponerse solemnes o de arrugar el entrecejo.

En fin, no deja de ser todavía casi pretemporada, aunque literalmente no sea así en el PGA Tour. ¿Y qué suele hacerse en este tipo de periodos? Pues, entre otras cosas, foguearse primero ante ‘sparrings’ de grado medio o menor, como bien pudiera ser este bellísimo recorrido hawaiano, sobre todo cuando no sopla demasiado el viento, como ha sido el caso esta semana.

– Para la historia quedaran los registros, por supuesto, porque hasta tres jugadores han superado esta semana el que hasta ahora era el resultado más bajo en el PGA Tour, respecto al par del campo, en un torneo a 72 hoyos. Mucha tela. Cameron Smith ha necesitado una media de casi nueve menos cada día para cantar victoria y ha superado de largo aquel -31 de Ernie Els de hace 19 años en este mismo torneo y campo. También Jon Rahm y Matt Jones lo han hecho. Mucha, pero mucha tela. Causa vértigo comprobar como el acumulado de -18 ha se ha quedado fuera del top 20 final…

– En esta tesitura tan peculiar, la de la obligación de hacer siete u ocho menos cada día para mantenerse más o menos en la pelea, da la sensación de que este año los dos principales damnificados han sido Brooks Koepka y Bryson DeChambeau, si nos fijamos en los grandes nombres y, más en concreto, en las expectativas que el propio Koepka había generado en torno a su juego y posibilidades. Se han quedado lejísimos de la cabeza, como gripados. En fin, tampoco elevemos esta cita a categoría de test significativo, precisamente por todo lo argumentado.

Jon Rahm, a pesar de haberse quedado a las puertas del triunfo, sale reforzado. En todos los sentidos, pero sobre todo en lo que respecta a su posición de privilegio en el ranking mundial. Lo suyo no ha sido un golpe sobre la mesa, para ello habría necesitado ganar, pero sí desde luego una decidida declaración de intenciones: ya pueden ir arreando los aspirantes a desatornillarlo del trono.

Resultados finales del Sentry Tournament of Champions