La primera vez que Ben Martin jugó el Masters de Augusta fue en 2010 y su pueblo, Greenwood, a sólo una hora de Augusta, decidió levantar un monumento en su honor. Entonces, se ganó la plaza como segundo del US Amateur. Ahora, cinco años después, volverá al Masters, esta vez como ganado del Shriners Hospitals for Children Open.
Martin, de 27 años, logró ayer en Las Vegas la primera victoria de su carrera en el PGA Tour. Se impuso con una vuelta final de 68 golpes para un total de -20. No obstante, la clave de su victoria estuvo en un mágico final, especialmente por su putt de eagle en el hoyo 16 desde unos quince metros, lo más parecido a que te salga tu número en la ruleta en un casino de Las Vegas.
Martin acompañó este fabuloso eagle con un birdie fácil en el 15, un par 4 al que llegó de uno, y otro más en el 18, con otro espléndido de putt de unos seis metros. Así lo había soñado, sin sufrir. “No me quería ni imaginar la posibilidad de enfrentarme a un putt de un metro para ganar”, explicó después.
Kevin Streelman esperaba pacientemente su turno en la casa club, como ya ha hecho en otras ocasiones, esperando algún error del líder. Esta vez hubo de conformarse con la segunda posición, a dos golpes, mientras que tercero acabó Russell Knox y en la cuarta posición empataron Jimmy Walker, Webb Simpson y Brooks Koepka, que suma ya cinco torneos consecutivos terminando entre los once mejores.
Martin basó gran parte de su triunfo en el putt, donde ganó 6.6 golpes a sus rivales. Sin embargo, en este capítulo hay que destacar la actuación del mexicano Carlos Ortiz, Jugador del Año del Web.com Tour, que ganó la friolera de 9.8 golpes al resto en los greenes. Acabó en el puesto 18º con una gran ronda final de 65 impactos.
