Aún no lleva ni medio año como profesional, pero Viktor Hovland empieza a demostrar que ha llegado para ser alguien importante en el mundo del golf. Para empezar, su nombre aparece ya en el libro de los récords del PGA Tour tras pulverizar un registro con casi dos décadas de vigencia.
Cuando el golfista noruego, de 22 años, firmó una tarjeta de 69 golpes en la segunda ronda de la CJ Cup de Corea del Sur, estaba completando su 18ª ronda consecutiva por debajo de 70 golpes en el circuito estadounidense. Hasta la fecha, y desde 1983, que es cuando empezó a contabilizarse este registro, la mayor serie consecutiva de marcadores de menos de 70 golpes la tenía Bob Estes, con 17 vueltas seguidas, en 2001.
La racha de Hovland arrancó en el Rocket Mortgage Classic del pasado mes de junio, con un ‘vueltón’ de 64 para abrir el torneo. Ahora, acumula ya 18 seguidas por debajo de los 70 impactos. Algo que en lo que ni el propio golfista noruego había caído, ya que, por medio, había jugado algunas rondas con puntajes más elevados, pero fuera del PGA Tour.
Lo de Hovland empieza a ir muy en serio…
«Es fantástico batir este récord, aunque me hubiera gustado que me sirviera para lograr mejores resultados. Pero aun así, demuestra la consistencia con la que estoy jugando desde el verano. Ojalá pueda continuar con esta racha y, a ser posible, con tarjetas aún más bajas», dijo Hovland esta madrugada, en Corea, nada más batir el récord.
«No había pensado en el tema del récord porque jugué en Inglaterra hace tres semanas y no hice rondas de sesenta y algo golpes. Pero claro, no contaban para el PGA Tour. En realidad, sólo trato de jugar lo mejor posible, no pienso en registros de este tipo. Es genial pasar a formar parte de la historia, pero bueno, siempre se pueden encontrar registros que se ajusten mejor al juego de cada uno», finalizó.
