Fitzpatrick y su cara de niño recién llegado al circuito no engañan a nadie. Ese “chaval” de 27 años ya es uno de los jugadores europeos más influyentes, con seis victorias en el European Tour y, sumando la de este año, dos participaciones en la Ryder Cup. La primera llego en 2016 con apenas 22 años y sin ese nivel de madurez necesario para afrontar tal competición. No obstante, y en palabras del propio Fitzpatrick, ahora es “otro jugador” mucho más preparado para un desafío de tales magnitudes.
La temporada de Fitzpatrick ha sido buena, alternando entre ambos circuitos, y consiguiendo clasificarse vía la lista de puntos mundiales. El joven inglés no ha cosechado ninguna victoria este año pero si ha conseguido registrar un buen puñado de top 10. En concreto seis, en los siguientes eventos: Scottish Open (2º), RBC Heritage (T4), Genesis Invitational (T5), The Players (T9), Arnold Palmer Invitational (T10) y Palmetto Championship (T10).
Con dichos resultados, consiguió clasificarse para los playoffs de la FedEx Cup por segunda temporada consecutiva, terminando 73º. Del otro lado del charco, actualmente ocupa la 15º posición en la Race To Dubai lejos de las posiciones nobles de la clasificación y con escasas opciones de victoria. Recordemos que el año pasado Fitzpatrick se quedó a las puertas de conseguir el objetivo, siendo finalmente su compatriota Lee Westwood quien alzará su tercera corona.
El momento perfecto
En Hazeltine, se juntaron el hambre con las ganas de comer. Por un lado, Fitzpatrick llegó siendo un jugador muy joven con apenas experiencia que venía, eso sí, de completar una gran temporada. Y, por otro lado, se dio la casuística de que el equipo americano se mostró intratable durante esa edición. El resultado fue una mala primera experiencia para el joven inglés que llega a Whistling Straits con ganas de redención.
Fitz disputó únicamente dos partidos saldándose ambos con derrotas contundentes. La primera llegó junto a Stenson en la modalidad foursome por 3&2 ante Snedeker y Koepka. La segunda fue en los individuales por 4&3 ante Zach Johnson. Un bagaje muy pobre para un debutante que apenas tuvo oportunidades durante esa semana. Muestra de ello es que Darren Clarke sólo decidió tirar de él en uno de los cuatro partidos por equipos dejando a las claras que, desde un primer momento, no se tenía excesiva confianza en él.
No obstante, cinco años después la realidad es completamente opuesta. Fitzpatrick llega renovado, siendo un jugador mucho más completo y asentado en la élite del golf europeo. Su papel será mucho más determinante que en Hazeltine y seguro que Harrington le dará ese extra de confianza que el jugador necesita. Cuidado con Fitzpatrick, quedan avisados.
