Rory Mcllroy no es un miembro cualquiera del equipo europeo. No sólo por sus cuatro majors, sus 20 victorias profesionales o por sus 95 semanas cómo número 1 del mundo. Rory es mucho más que eso, es un absoluto líder dentro del campo y uno de los jugadores europeos más exitosos de la historia. Su influencia en el equipo europeo de la Ryder Cup es difícil de definir con palabras.
La temporada de Rors ha sido de sobresaliente. Sumando ambos circuitos, el norirlandés ha firmado un total de ocho top 10 y una victoria en el Wells Fargo Championship. De los siete top 10 restantes , destacan los siguientes resultados: Masters (T5), US Open 2020 (T6), US Open 2021 (T7), Abu Dhabi HSBC Championship (3º) y BMW Championship (4º). Además, cabe recalcar que se quedó a las puertas de ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio al perder en el playoff a siete ante C.T.Pan.
Estos resultados le permitieron terminar 14º en la FedEx Cup y 20º en la lista de ganancias del PGA Tour con algo más de cuatro millones de dólares. En clave europea, Rory se sitúa en la 18º posición de la Race To Dubai, lejos de la cabeza y con ligeras opciones de ganar su cuarta corona. Recordemos que Rory ganó este prestigioso reconocimiento en los años 2012, 2014 y 2015 siendo uno de los jugadores que más veces lo ha ganado.
Como no puede ser de otra manera, sus estadísticas respaldan lo mostrado en el campo y la cantidad de buenos resultados cosechados. Destacan un cuarto puesto en golpes ganados de tee a green y en distancia de driver, un primer puesto en media de birdies por ronda y un tercer puesto en porcentaje de acierto en putts de birdie o mejor. Un valor seguro para momentos de alta tensión, como los que viviremos en unas semanas en Whistling Straits.
Todo un clásico del equipo europeo
A sus 32 años, Rory se prepara para disputar su sexta Ryder Cup con cuatro victorias en su palmarés. Desde su debut en el año 2010, no se ha perdido la cita en ninguna ocasión y, lo que tiene más mérito aún, siempre ha conseguido clasificarse sin la necesidad de ser elegido por el capitán.
En esas 5 ediciones, Rory ha disputado un total de 24 partidos con el siguiente balance: 11 victorias, 9 derrotas y 4 empates. Un balance ligeramente positivo dónde Mcllroy ha ido alternando luces y sombras cada vez que se ha enfundado los colores europeos. En la Ryder Cup hemos sido testigos de momentos estelares por parte de Rory pero también de decepciones importantes.
Si empezamos por este apartado, la Ryder Cup del 2018 no fue el torneo soñado para el norirlandés. De hecho, es la única de las cinco ediciones que ha disputado dónde su balance ha sido negativo, con 2-3-0 (victorias, derrotas y empates). Especialmente dolorosa la del partido individual contra Justin Thomas en el hoyo 18.
Quitando la Ryder Cup de París, Rory presenta balances favorables en todas las demás ediciones en las que ha participado: 2010 (2-1-1), 2012 (3-2-0), 2014 (2-1-2) y 2016 (3-2-0). Un dato que refleja los galones de Mcllroy en este certamen es que ha jugado todos los partidos posibles con la excepción de un partido en su primera participación. Un jugador diferente a los demás.
De todos esos partidos, nos podemos quedar con dos que ya son historia de la competición y definen a la perfección el carácter de Rory. El primero fue esa sensacional victoria ante Keegan Bradley durante la Ryder Cup del 2012, en la edición conocida como “El Milagro de Medinah”. El combinado europeo partía el último día con cuatro puntos de desventaja y la necesidad de una verdadera machada para darle la vuelta al marcador. Europa necesitaba ganar ocho de los doce puntos en juego en los partidos individuales.
A Rory le tocó bailar con Keegan Bradley y le ganó por 2&1 en un día dónde Mcllroy apenas concedió oportunidades a su rival. Empezó liderando el partido y nunca cedió dicho liderato en una victoria que supuso el empate a 10 puntos en aquel momento. Europa acabaría ganando 14,5 a 13,5 en la que posiblemente ha sido una de las mejores ediciones de la historia.
El segundo partido fue esa derrota por la mínima contra Patrick Reed en 2016 en una absoluta exhibición de golf por parte de ambos golfistas. Reed terminó llevándose la victoria en el último hoyo en uno de los mejores partidos de la historia reciente de la Ryder Cup. Una derrota dolorosa para Rory pero que pone de manifiesto la importancia de tener una figura como la suya en el equipo. Un jugador que nunca abandona y lucha hasta el final por el objetivo.
