A sus 34 años, Shane Lowry está a escasas horas de cumplir su sueño de participar en una Ryder Cup. Lo hará por primera vez tras quedarse a las puertas de la clasificación automática y necesitar de un favor de su compatriota y capitán Padraig Harrington. Sin embargo, su progresión en los últimos años en los que ha ganado numerosos títulos, incluido un Open en 2019, hacen que su presencia esté más que justificada.
Su temporada ha sido lo suficientemente buena como para llamar la atención de Harrington, pero lejos de su rendimiento de años anteriores. Ninguna victoria, pero cuatro top 10 en el PGA Championship (T4), The Players (8º), The Memorial Tournament (T6) y el RBC Heritage (9T). Todo ello le permitió clasificarse por tercera vez consecutiva y cuarta vez en su carrera a los playoffs de la FedEx Cup, llegando hasta el segundo evento por segunda ocasión desde que es profesional. Terminó 45º en dicha clasificación tras haber pasado el corte en 19 de los 21 eventos disputados.
Apuesta personal del capitán
Shane Lowry es la apuesta personal de Padraig Harrington, aunque la verdad es que el irlandés se lo ha ganado con sus resultados y juego. Si la Ryder hubiera sido el año pasado, seguramente no habría tenido ningún problema para haberla jugado, ya que venía ser el campeón del Open Championship en 2019. Aun así, ha sido el primero en quedarse fuera por el ranking mundial por lo que, como decíamos, su presencia está más que justificada.
No atesora experiencia en este tipo de eventos, pero lleva mucho tiempo codeándose con los mejores y sabe lo que es ganar torneos de prestigio internacional. También es una persona muy querida dentro del vestuario y mantiene una gran relación con pesos pesados como Rory Mcllroy o como Graeme McDowell, vicecapitán en esta edición.
Veremos el papel que Harrington decide otorgar a su compatriota. De primeras, Lowry no participará en los partidos de foursome del viernes por la mañana por lo que todo apunta a que podría debutar por la tarde junto a algún veterano del equipo como el propio Mcllroy. El irlandés ha dejado claro en numerosas ocasiones que no le importa la cantidad de partidos que juegue mientras que Europa consiga retener el trofeo. De momento, su condición de novato le hace quedarse en un segundo plano a la espera de poder dar un paso al frente cuando le toque jugar.
