Le daba absolutamente igual a Beatriz Recari (PAR) que Michelle Wie (+3) y Carly Booth (+5), sus compañeras de partido en esta primera jornada del British, le sacaran los metros que fueran con el driver en la mano…
De lo que se trata es de ponerla en calle, mucho más en un Royal Liverpool agreste, y en ese apartado Recari suele llevarse la palma. Toda una maquinita, maestra de la estrategia y el tiralíneas. Fallos, los justos, y a poder ser por el lado bueno. A lo mejor por eso mismo esta chica ha pasado en 2012 todos los cortes en el circuito americano.
Bien visto, hoy incluso pudo haberle salido una tarjeta mejor. Tuvo oportunidades para ello. Pero la avaricia rompe el saco y debemos reconocer que este empate en Hoylake sabe a goleada a domicilio. Ella, de hecho, se mostraba plenamente satisfecha al finalizar una vuelta de más de cinco horas en el campo. Cinco horas de puro estrés en un recorrido que te está esperando detrás de cada duna con la maza.
Han sido muy pocas las escogidas: sólo once jugadoras han entregado tarjetas bajo par y ninguna ha bajado de los 70 golpes. Dicho de otro modo, Beatriz se encuentra a un solo golpe de la tercera posición y a dos de las líderes, las coreanas Kang y Ryu. La primera jugó por la mañana, la segunda por la tarde. Y es que al final la jornada ha resultado relativamente pareja en lo que a condiciones de juego se refiere, si bien por la tarde se ha sufrido más la inclemencia del viento (de las once tarjetas bajo par del día, siete se han entregado por la mañana y cuatro por la tarde).
El Ricoh Women’s British Open cierra su primera jornada abigarrado, igualadísimo. Más de setenta jugadoras de concentran en apenas cinco golpes y cerca de cien en un margen de seis impactos. ¿Qué es eso a falta de 54 hoyos, cuando además las previsiones insisten en que el viernes se avecina un temporal de viento?
La Armada, al margen del excelente resultado de Recari, se ha batido el cobre con gallardía y puede decirse que aún tiene mucho que decir. Tan sólo Tania Elósegui (+9) parece demasiado alejada, aunque en un links es mejor no cantar nunca victoria ni tampoco arrojar la toalla hasta el final, porque los vuelcos serán mañana el pan nuestro de cada día. Elósegui se ha comido lo peor del día, saliendo en el último partido: el mismo viento, pero algo más frío y un retraso acumulado que puede terminar por sacarte de tus casillas si tu golf no está perfectamente afinado.
