Rafa Cabrera Bello no sabía si reír o llorar en el hoyo 4 del Blue Monster. Dos bolas al agua seguidas y vuelta arruinada.
Así, a las primeras de cambio. Un ‘7’. Un costurón en toda regla en la tarjeta.
No es fácil asimilar un cuádruple bogey cuando queda tanta vuelta por delante. Desde luego, ya sabía que un día más Doral se la había vuelto a jugar. El canario tardó tres hoyos en reaccionar. Pero lo hizo. Entendió que su idea de reventar un día al Blue Monster con un vueltón tendría que esperar. No obstante, aún quedaba mucho por delante y había cosas que se podían arreglar.
Así, agarró ‘aguja e hilo’ y se puso a suturar el desaguisado. Con paciencia, poco a poco, con birdies en el 8, en el 12 y en el 15, y con una gran recuperación en el hoyo 13. Remiendo canario que mereció acabar con par, aunque no fue posible. Finalmente, 74 golpes y total de +1.
Queda el fin de semana por delante. Otras dos opciones para brindarse el vueltón que tanto anhela en Doral. Eso, si ocurre, será encaje de bolillos.
