Inicio Grandes Circuitos Ross Fischer: sangre, sudor, lágrimas… Y lo que haga falta

Ross Fischer: sangre, sudor, lágrimas… Y lo que haga falta

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Ross Fischer se prepara en un green

Esta es la maravilla del golf. No hace falta irse al final apretado de la última jornada de un grande, no hace falta ‘temblar’ ante la imagen mítica de Tiger vestido de rojo, ni siquiera hace falta esperar a ver a uno de nuestros jugadores, a un español, con serias opciones de ganar un torneo… Nada de eso hace falta para vibrar de emoción y, sobre todo, para entender por qué este deporte es tan especial, legendario por los siglos de los siglos. Amén…

 

 El final del KLM Open que se ha disputado en el Kennemer Golf holandés discurría con aparente tranquilidad. Un joven talento inglés de 26 años, Ross Fischer, que jugaba en el partido estelar, avanzaba majestuoso hacia su primer triunfo en el circuito europeo, ese que los analistas británicos llevan tanto tiempo esperando, dadas las condiciones magníficas de este jugador: swing de libro, pleno de ritmo, elegante, pegador recto y largísimo y más que notablemente completo en las demás facetas del juego… Había pasado el hoyo 15 sin un error en el día, con cuatro birdies y dando una lección desde el tee con el drive (en los hoyos 13 y 14, por ejemplo, dos pares 4 de 341 y 351 metros, dejó la bola en el centro de la calle y a no más de cincuenta metros de bandera en ambos casos…) Pero llegó el momento de la verdad. El ‘novato’ jugador local de 21 años, Joost Luiten, protagonizaba un final de recorrido explosivo con tres birdies en cinco hoyos y dejaba el listón del liderato en casa club en -11 (magnífica actuación de este holandés, uno de los grandes valores del golf europeo en el Challenge Tour). Fischer marchaba ya en el green del 16 con -13 y le valían dos putts desde 10 metros para par… Hizo tres. Y de nuevo en el 17 volvió a hacer tres putts desde ocho metros. Dos bogeys consecutivos y se plantaba en el 18 con la obligación de hacer birdie para ganar o bien el par para forzar un play-off…  

Es posible que pasara por su cabeza la ‘tragedia’ del pasado mes de mayo… A finales de ese mes, jugando el torneo más importante del calendario europeo, el BMW Championship, y haciéndolo en su club, Wentworth, partía como líder el domingo, igual que en este KLM… Firmó un 84 trágico que le llevo al puesto 39 final. Tres meses después exáctamente, Fischer no dudó: cogió el drive en el tee del 18, su mejor aliado, y la rompió un vez más (otra vez, en torno a los 300 metros de distancia y en calle…); después, un approach bien calculado y frenado y un putt que no llegaba a los dos metros para ganar. Ross ya puede respirar tranquilo: esta victoria le asegura una plaza en el Volvo Masters y le dará tranquilidad para seguir creciendo. Ojo con él para el equipo de la Ryder del año que viene…

Alejandro Cañizares (-4) no tuvo su día. Un buen arreón el domingo podría haberle llevado al menos a su tercer top ten de la temporada, pero ese 71 le llevó a la vigésimo tercera posición. Luis Claverie (PAR), por su parte, terminó el torneo con una vuelta de par en el puesto 47.

Y entre tanta promesa que ya es realidad (Fischer), tanto joven talento 'respondón' (Luiten), merece ser destacada la actuación soberbia de un veterano como Bernhard Langer (-8) que finalizaba en tercera posición y todavía se retorcía desesperado después de dar el segundo golpe en el hoyo 18 por no dejarla más cerca de bandera… Por cierto, ¿sabían ustedes que este incombustible alemán ha conseguido esta temporada cuatro top ten en el circuito americano, y no precisamente jugando con los Seniors? Indescriptible, no hay palabras: mañana lunes 27 de agosto Langer cumple cincuenta años…

 

Clasidicación:

http://scores.europeantour.com/default.sps?pagegid={8455C601-B598-43F0-AE27-8559DC7985DD}&eventid=2007072&ieventno=2007072&infosid=2